Caperucita en Manhattan. Carmen Martín Gaite

Jueves 17 de noviembre de 2022

Tras un largo parón de
más de dos años por Covid y por obras de mejora en la Biblioteca Reina Sofía,
en la tarde de ayer, con gran satisfacción, reanudamos las sesiones del Club de
Lectura “Con mucho gusto”. La primera lectura fue Caperucita en Manhattan (1990), de Carmen Martín Gaite.

Caperucita en Manhattan

Amelia
Aguado
fue nuestra invitada, en este caso invitada especial por ser la
encargada de reanudar las lecturas que quedaron pendientes en 2020. Amelia es jefe
de sección del Centro Buendía de la Universidad de Valladolid, encargada de la actividad
y difusión cultural en la universidad.

La
elección de la obra corresponde a un criterio puramente personal, así se lo
solicitamos a todos los invitados al club de lectura que nos han acompañado en
estos 8 años de andadura, y así fue en el caso de Amelia, quien apuntó que,
desde su primera lectura de Caperucita en
Manhattan
en el momento de su publicación, ha sido su libro preferido,
releído varias veces y otras tantas regalado.

Carmen
Martín Gaite publica en 1990 este cuento largo o novela corta que titula, no de
manera inocente, Caperucita en Manhattan.
Su argumento se centra en Sara Allen, de 10 años, que vive en Nueva York con
sus padres y que lleva una vida normal solo interrumpida por los viajes en
metro que hace los sábados con su madre para visitar en Manhattan a su abuela y
llevarle siempre la misma tarta de fresa. Tras un capítulo inicial de
presentación espacio-temporal y personal de Sara y su entorno, la novela desarrolla
el deseo de la niña de explorar aquello que llaman libertad, a través de la
visión de la estatua de la Libertad, del recorrido por Manhattan y del
encuentro con distintos personajes que le ayudan en su empeño. En las visitas a
su abuela y a través de una imaginación muy activa, Sara tendrá la oportunidad
de explorar el camino que le lleva a esa ansiada libertad cuando, saltándose
las normas, vaga por la ciudad de Nueva York. En su viaje encuentra a los
personajes-ayudantes Miss Lunatic y el Sr. Woolf, fundamentales para el
descubrimiento del camino hacia esa libertad.

La
novela está dividida en dos partes bien diferenciadas: Sueños de libertad y La
aventura, que responden al esquema de los cuentos tradicionales, con los que
sin duda tiene relación como material folclórico de base, Caperucita roja y Alicia en
el país de las maravillas
, principalmente. El tema es la libertad y el
deseo de poseer la capacidad de decisión para explorar nuevos caminos vitales
diferentes a los acostumbrados. También destaca el poder de la imaginación en
el personaje de Sara, y todo ello plasmado a través de la reinterpretación y
contraposición de los elementos básicos de los cuentos infantiles.

Los
participantes en la sesión de ayer no mostraron, en general, entusiasmo por la
lectura del texto, que para algunos era relectura. Cuento raro, extraño, sin
tener muy claro hacia dónde quiere ir el argumento cuyo final, además, es
abierto. Otros disfrutaron más de la lectura y todos reconocieron, sin fisuras,
que Martín Gaite escribe muy bien. De este modo, se destacó el manejo del
lenguaje en las descripciones de los espacios, de los personajes y en los
diálogos. Otros comentarios reseñables tuvieron que ver con la función de los
personajes femeninos: de Sara Allen como protagonista y, sobre todo, de su
madre, su abuela y Miss Lunatic. La contraposición de dos modelos de mujer,
sacrificada, rutinaria y más humilde la madre frente a la abuela, más moderna y
liberada, dio pie a un interesante cambio de opiniones acerca de la posición de
madre y abuela tanto en el texto, como en la vida. A estos modelos femeninos se
une Miss Lunatic, extraño personaje proveedor del impulso necesario para que
Sara emprenda su viaje hacia la libertad y actante para el cumplimiento del
objetivo.

Por
otro lado, se destacó la representación del espacio, Manhattan y la estatua de
la Libertad como lugares vistos bajo una nueva mirada en los que se desarrolla
la aventura, concretada en Central Park como espejo del bosque del cuento
original de Perrault o los hermanos Grimm. Lugares que son personajes,
cosificados en la mente de Sara. Destacada fue la importancia de la
imaginación, ya que se trata de un cuento fantástico pero ubicado en un espacio
real, con precisión espacio-temporal, con todos los personajes nombrados y
definidos al contrario de la imprecisión que es habitual en los cuentos
tradicionales. Objeto de debate fue también el público al que está destinada la
obra, pues Caperucita en Manhattan
tiene diferentes niveles de lectura que la hacen accesible a lectores de los 12
a los 100 años.

Como
suele suceder, la de ayer fue una entretenida y didáctica sesión de lectura que
tenemos que agradecer a Amelia, que nos trajo esta reelaboración del cuento
tradicional de Caperucita. La alegría por volver a celebrar las sesiones de
nuestro club de lectura animaron el debate y alimentaron el deseo de más libros
y lecturas.

Medea. Eurípides

Miércoles 13 de marzo
de 2019

      El club de Lectura “Con mucho gusto” celebró en la tarde del 13 de marzo
una nueva reunión en la que se
comentó Medea, de Eurípides.

Medea  

           Noelia de la Torre fue nuestra invitada en una sesión en
la que volvimos la vista a la antigüedad clásica. Noelia es antigua alumna de
la UVa, graduada en Filología hispánica. Siempre ha tenido vocación literaria. Actualmente se dedica a
la corrección de textos, el coaching
de nuevos escritores y también imparte talleres de escritura creativa, además de estar finalizando su tesis doctoral. Y como
buena apasionada del mundo clásico, no dudó en sugerirnos la lectura de Medea.
Se inclinó por esta obra porque nos encontramos cerca del 8 de marzo, Día
Internacional de las Mujeres
, porque ha visto que en nuestro club de lectura no
hemos tenido demasiados títulos de esta época y porque en marzo se celebraban
en Atenas las Grandes Dionisias, un festival en honor del dios Dioniso que
incluía representaciones dramáticas.

La obra de Aristóteles
es una tragedia basada en el mito de Medea y Jasón. Todo el mundo conocía la
tragedia de Jasón y los Argonautas: estos, en su búsqueda del Vellocino de Oro,
llegan a Colchis. El rey de Colchis, Etes, quería acabar con Jasón, pero su
hija, Medea, enamorada del héroe, decidió ayudarle a conseguir el Vellocino y
escapar, para lo cual no dudó en utilizar sus artes de hechicera. Después de
una serie de viajes y batallas en las que Medea fue ayudando a Jasón, la pareja,
ya casada, llega a Corinto donde se instalan gracias a la hospitalidad del rey
Creón; allí viven felices durante unos años y tienen dos hijos.

La obra de Aristóteles
arranca a partir de este momento, cuando Jasón decide repudiar a Medea y casarse con
Glauce, hija del rey Creón. Medea, enfurecida, diseña un plan para matar a la futura
esposa de su ya exmarido y asesinar igualmente a sus dos hijos para vengarse de
él.

Esta historia, resumida
en pocas líneas, ha tenido numerosas adaptaciones en la literatura universal y
en otras artes, sobre todo el cine y la música, como apuntaron algunos de
nuestros participantes: 22 películas sobre el mito de Medea desde 1920, como apunta Encarnación Fernández Gómez en su tesis doctoral.

Los comentarios se
iniciaron hablando de la imagen de Medea como primera protofeminista (mujeres
que protestan por los agravios que sufren en razón al género). La protagonista relata en
varios momentos las desventajas de ser mujer. A pesar de su condición de
hechicera y manipuladora, y su condición final de asesina, la imagen que da
Eurípides de Medea hace que nos apiademos de ella.

Pero no todos los
contertulios del club lo han visto así. Algún participante planteó que el tema
principal le parecía la Guerra del Peloponeso, y no la mujer. Quizás sea un
símbolo de lo que somos capaces de hacer por conseguir la victoria (matar a
nuestros propios hijos).

Jasón apenas está presente
en la obra, ni con Medea ni con sus hijos. Tampoco está muy mal visto lo que
hace: repudiar a su primera esposa cuando ya no le interesa y casarse de nuevo
con la hija del rey para seguir medrando en su vida.

Se comentan las
dudas de Medea a la hora de desarrollar su plan de venganza, parece que los
celos le hacen perder la cabeza. Y aquí se ve el carácter misógino de Jasón,
que solo busca la comodidad del trono.

El crimen se va
desarrollando en la cabeza de Medea a lo largo de la obra, y de una forma muy
racional. Se plantea la similitud con casos actuales de los que todos hemos
oído hablar. Hoy en día se ven situaciones, relaciones de pareja, donde los
diálogos no envidiarían nada a los planteados por Eurípides.

Nuestra invitada nos
hace ver que Eurípides pone como protagonista a una mujer extranjera. Las
mujeres extranjeras tenían más libertad que las atenienses. Algunos escritores
han señalado que Eurípides podría estar advirtiendo así del problema de casarse
con mujeres extranjeras.

Seguimos viendo, entre todos los participantes del club, las similitudes entre los instintos y actos de Medea con situaciones parecidas
que se han dado a lo largo de la Historia. Sin ir más lejos en España, donde
las luchas de poder entre las familias reales estaban a la orden del día.

Se destaca la importancia
de la oratoria en el personaje principal para convencer a los demás, Medea como
manipuladora. En las tragedias griegas es frecuente ver mujeres que quieren ser
hombres, o tener los mismos derechos que los hombres.

Algún participante se
pregunta cómo aparece representada Medea en otras adaptaciones del mito:
siempre como mujer fuerte, exótica a veces.

Se cita, como ejemplo, el personaje
que interpretó la actriz Lola Gaos en RTVE, y la obra interpretada
por Ana Belén en el Teatro Romano de Mérida.

Medea es un arquetipo
de mujer en todas las artes, incluso en la música. Y aquí se nombra el disco Medea, de Manolo Sanlúcar.

Una persona comenta que estamos
analizando la obra como si fuera real, y realmente es un personaje de teatro, y
además creado por un hombre.

Si existiera Medea hoy
en día, tendría defensores y detractores, como en esta sesión ha tenido.

Y acabamos con algunas
curiosidades que nos citó Noelia sobre la obra: en todas las escenas solo hay
dos personajes, uno de ellos Medea; es la única tragedia en la que el asesino
permanece hasta el final de la obra.

Realmente ha sido una
sesión muy enriquecedora en la que nuestra invitada nos ha ayudado a descubrir la
tragedia griega. Le estamos muy agradecidos y le deseamos lo mejor en su tesis
doctoral y en su futuro profesional.

Juan Belmonte, matador de toros. Manuel Chaves Nogales

Jueves 15 de noviembre de 2018

      Nueva sesión de El club de Lectura “Con mucho gusto”
que en la tarde del miércoles se reunió para comentar la lectura de Juan Belmonte, matador de toros, de Manuel Chaves Nogales (Revista
Estampa, 1934; Libros del Asteroide, 2009).

Juan
Belmonte, matador de toros

Fernando Conde Parrado fue el invitado que eligió y
glosó la obra de Chaves Nogales en una sesión repleta de referencias culturales
y artísticas. Director del Aula de Cultura de El Norte de Castilla y Técnico
superior de la Fundación Siglo de la Junta de Castilla y León, tres veces
licenciado (Hispánicas, Clásicas y Teoría de la Literatura y Literatura
Comparada), máster en Economía de la Cultura y Gestión Cultural, habitual en
medios de comunicación y experto en creación y desarrollo de proyectos
culturales, solo Fernando podía elegir una obra tan especial, magnífica y a la
vez, desconocida para el gran público.

Fernando explicó que la elección se debía a varias
circunstancias que tienen que ver con la prosa de Chaves Nogales, lúcida y
genial, con el propio escritor y por supuesto, con el personaje que biografía,
el torero Juan Belmonte, hombre inteligente, triunfador absoluto en las artes
del toreo en la primera mitad del siglo XX, pero a la vez profundo y en cierto
modo enigmático.

Juan Belmonte, matador de toros es una biografía novelada del
torero Juan Belmonte escrita por el periodista y escritor Manuel Chaves
Nogales, cuya peripecia vital también se glosó ayer y que de forma resumida se
concentra en la vida de un hombre fiel a sus principios y a sí mismo, azañista
y republicano cuya denuncia de los atropellos de ambos bandos durante la guerra
civil le costó muy caro; convertido pronto en un hombre incómodo para todos, su
prematura muerte a los 46 años no impidió que dejara un legado de 20 libros,
que felizmente están siendo descubiertos para los lectores en los últimos años.

La
primera afirmación de Fernando Conde en su presentación fue un reconocimiento
de afinidad con el texto elegido al señalar que Juan Belmonte, matador de toros no es un libro taurino, a pesar de
lo que pueda sugerir el título, sino un tratado de toda la literatura española
(un “libro mutante” dijo Felipe Benítez Reyes en su prólogo a la edición de la
obra de 2009), puesto que entre sus páginas hay una variedad magistral de
registros para expresar amor, filosofía, historia, picaresca, confesión, algo
de libro de memorias, prosa poética, mucho de arte taurino, humor e ironía,
bastante de quijotesco y cervantino, sumados a una considerable capacidad de
predicción. Se trata pues de un texto conformado a través de los más variados
tipos de prosa, sin olvidar que Chaves Nogales era periodista. En este sentido,
Fernando fue leyendo párrafos que ejemplificaban cada uno de estos extremos
para concluir que la escritura de Chaves Nogales se presenta ante el lector
actual como una de las mejores del siglo pasado cuyo reconocimiento general
espera aún por llegar.

En
las intervenciones de los miembros del club fue significativo que el aprecio general
que mostraron por este texto coincidiera con personas desconocedoras del arte y
de la historia de los toros o cercanas a posturas anti taurinas; efectivamente,
no se trata de un libro de toros sino de la semblanza,  bajo todos los puntos de vista, de un hombre
singular, triunfador, pasional, vocacional hasta el fin pero a la vez tímido y retraído.
Es la profundidad con la que Chaves Nogales presenta el vivir y el sentir del torero
lo verdaderamente admirable del libro, cuyas páginas se adornan de la prosa
exacta de acuerdo a la anécdota o la emoción que en cada momento pretende
trasmitir. De hecho, cada capítulo se puede leer de forma independiente, como
una faena en si mismo -por acudir a un término taurino-, que tiene sentido
dentro y fuera del conjunto del libro. Tal es la maestría del uso del lenguaje que
despliega entre sus páginas.

Aun
con todo y a pesar del reconocimiento general, hubo quien admitió no haber
conectado plenamente con el contenido por la posible idealización con la que el
escritor presenta al torero, circunstancia que en ocasiones distancia al lector
del personaje biografiado. En este sentido, se debatió acerca del arte taurino,
de los toreros de entonces y de ahora, de la pasión y la vocación que gobiernan
determinado arte e incluso profesión, en definitiva, se habló de vida.

Tarde
memorable la de ayer en la que de la mano de la erudición de Fernando Conde, al
que desde estas líneas agradecemos su presencia, se nos presentó un magnifica
biografía en la que, bajo un tratamiento admirable de la forma, pudimos admirar
al torero y al escritor. Chapó.

¿Por qué me apuntaré a un club de lectura?

  • Porque es una forma de aprender
  • Porque es un entretenimiento
  • Porque descubro libros que de otro modo no hubiera conocido ni leido
  • Porque me gusta saber otras opiniones sobre un mismo libro y compartir las mias
  • Para conocer a otras personas
  • Para aprender vocabulario
  • Para probar nuevas experiencias
  • Para obligarme a leer
  • Para mejorar mis relaciones sociales
  • Para conocer otros géneros literarios
  • Para aumentar mi velocidad lectora
  • Porque me ayuda a desarrollar el sentido crítico
  • Porque es una fuente de inspiración
  • Para probar
  • ¿ … / … ?

La ocasión llama a tu puerta: Con Mucho Gusto, el club de lectura de la Biblioteca Reina Sofía, empieza su 7ª edición el próximo mes de octubre.

Las inscripciones están abiertas ¡te esperamos!

Photo by Florencia Viadana on Unsplash

Dejar la piel. Lorenzo Oliván

Jueves 19 de abril de 2018

      El club de
Lectura “Con mucho gusto” ha comenzado sus sesiones de primavera con Dejar la piel, de Lorenzo Oliván
(Pre-Textos, 2017).

Dejar la piel

           Pedro Conde Parrado,
profesor de Filología Latina y experto en las relaciones del mundo clásico con
nuestros autores áureos, quiso huir de lo obvio y de lo previsible de acuerdo a
su perfil cuando a la llamada del club de lectura eligió Dejar la piel, de Lorenzo Oliván para comentarlo en la tarde de
ayer. Difícil elección porque una antología de textos breves, o aforismos, o
“fragmentos” como los denomina Oliván, no suele ser lectura habitual de clubes
de lectura. Por ello, tanto para Pedro como para nosotros los lectores el
análisis y comentario de Dejar la piel
era una experiencia nueva y sin duda original. En su presentación, con
habilidad de sobresaliente comunicador, Pedro Conde esbozó el semblante
biográfico de Lorenzo Oliván y su relación con grupos de notables escritores en
la ciudad de Oviedo, así como con la generación de escritores reunidos en torno
a la labor cultural del crítico José Luis García Martín, artífice, entre otros
muchos logros, de la creación de la revista Clarín, en la que el aforismo y
otras formas breves de escritura tienen amplia cabida.

En cuanto a Dejar la piel, se trata de una antología en la que el autor muestra
una serie de aforismos que destacan por dos elementos: la capacidad de síntesis
y su alto valor poético. Llama la atención la visión inteligente y profunda de
la realidad que revelan los textos en los que subyace, y ahí parte de su valor,
una profunda reflexión acerca del lenguaje poético y sus posibilidades. En
alguno de los aforismos de Olivan la connotación y capacidad plurisignificativa
del lenguaje utilizado alcanza altísimas cotas de perfección, demostrando sin
duda que la permeabilidad formal del pensar en breve amplia la significación y
sentido de la realidad denotada en el texto. De ahí que los autores de
aforismos recurran, con maestría en el caso que nos ocupa, al uso infinito de
todo el repertorio de figuras retóricas explorando todas sus posibilidades.

           Conectado con la
máxima o la sentencia clásicas y con las greguerías de Ramón Gómez de la Serna,
el aforismo vive una época dorada debido en parte a la moda literaria por lo
fragmentario, por la escritura como puzle en la que el lector debe implicarse
activamente para conectar con el sentido último del mensaje trasmitido. Y en
este sentido, Pedro reseñó un catálogo bibliográfico destacable y actual del
género, entre los que destaco Pensar por
lo breve. Aforística española de entresiglos (1980-2012)
, de José Ramón
González García (Trea, 2013).

           La lectura de un
libro de aforismos, además de una novedad como antes señalé, supone casi
inevitablemente una tarea se selección que ayer se puso de manifiesto cuando
varios de los participantes eligieron unos u otros en función de su conexión
personal con significado y significante. Por ello, más allá de la imprecisión
genérica del aforismo, su lectura implica de manera muy directa al receptor,
del que descubre gustos y carácter.

           Mucho más se comentó
que queda en la memoria de quienes disfrutamos no sólo de los textos de Oliván
sino del magisterio de Pedro, al que en estas líneas agradecemos una propuesta
tan original.