Pasos en la piedra. José Manuel de la Huerga

Jueves 15 de junio de 2017

Última
sesión de la 5ª edición del club de Lectura “Con mucho gusto” con la novela Pasos en la piedra, de José Manuel de la
Huerga (Menoscuarto, 2016).

 Pasos en la piedra                                                                                    

José Manuel de la Huerga
aparece en la sala; lleva consigo una maleta que perteneció a su padre de la
que va extrayendo distintos objetos: libros, una lámina, una caja…, todos ellos
representativos de su recorrido sentimental con especial significación también
en su escritura. En la tarde de ayer nos presentó su novela Pasos en la piedra, ganadora del XV
Premio de la Crítica de Castilla y León (2017) y su intervención estuvo cargada
de referencias biográficas y emocionales. José Manuel es profesor de instituto
de lengua y literatura y autor de una dilatada carrera literaria, varias veces
premiada; Pasos en la piedra es su
último trabajo publicado.

Se trata de una novela coral
en la que varios personajes se entrecruzan en una ciudad imaginada del Duero –
Barrio de Piedra-, durante la Semana Santa de 1977. La obra se estructura
siguiendo los días y ritos de la Pasión que van desde el miércoles santo hasta
el domingo de resurrección. Germán Ojeda, hijo del Gobernador civil de Barrio
de Piedra, y su amigo alemán Peter Gesteine llegan a la población con la
intención de rodar los días santos aunque su vuelta a la ciudad castellana
responde al deseo de Germán, militante en el todavía ilegal partido comunista
-legalizado ese sábado santo de 1977- de alejarse de la capital debido al
revuelo causado por el asesinato por parte de la ultraderecha de Yolanda,
estudiante universitaria. Una vez en Barrio de Piedra, la tradición santa
chocará en la mente de los personajes frente a su militancia. Junto a Germán y
Peter el autor incorpora un abanico de personajes, alguno de los cuales
representa con su vida una narración casi independiente del asunto principal.
Entre estos destacan Antonio el pajarero, Alas el cura, Claudio Pino el poeta,
o los jóvenes Juan y Ashma, que experimentan el primer arrobamiento amoroso. El
relato de todos ellos está cuidado al máximo hasta el punto de que el lector
los identifica y los llega a conocer, y todos viven su personal Vía Crucis en
esos días santos, pues cada uno representa una forma de vida y de sentir esa
herencia.  

La Semana Santa como
representación teatral total ocupa el centro de la novela; se percibe un enorme
respeto por la tradición junto a un deseo de ruptura de una sociedad que en ese
no tan lejano 1977 oscilaba entre la ortodoxia de cuarenta años de dictadura y
la esperanza de libertad y apertura. Las descripciones de las tallas
escultóricas, el detalle en los itinerarios, la exposición del mundo de las
cofradías con sus normas y quehaceres son elementos fundamentales en las
páginas de la obra, ya que revelan un exhaustivo conocimiento por parte del
escritor, que de esta forma delata su cercanía a esa Semana Santa castellana y
a sus formas y usos.

Desde el punto de vista
formal, Pasos de Piedra presenta un
lenguaje polifónico en cuanto a la caracterización de los caracteres y
sumamente poético en las descripciones; es una novela con sentimiento y sobre
todo con mucho oficio; se trata del trabajo lingüístico de un orfebre que cuida
cada palabra, cada frase, cada página.

Los participantes, muchos de
ellos de Castilla, reconocieron la Semana Santa descrita en las páginas y por
ello mostraron su disfrute de la novela: Zamora, Rioseco, Castronuño o
Valladolid son las poblaciones que conforman ese imaginado Barrio de Piedra como
síntesis de las formas en las que cada una de ellas vive y representa los días
santos. Los ritos con los que las localidades castellanas viven su peculiar
representación de la Pasión son reconocibles en la novela de José Manuel
especialmente en lectores de cierta edad, puesto que ayer también los miembros
más jóvenes se sintieron más ajenos a la obra.

Con un vasto repertorio de
elementos culturales pictóricos, escultóricos, musicales, literarios y
religiosos la novela de José Manuel presenta un pasado reciente en el que la tradición
y las ansias de modernidad convivían entre tambores procesionales y la
legalización del PCE. Con todo, el autor señaló que en el fondo de su obra está
la idea de que Jesús y su Pasión no es patrimonio de la iglesia sino de todos,
creyentes o no. A lo largo del relato de los cinco días de Pasión en Barrio de
Piedra, el autor ha conseguido mostrar la totalidad de un momento de la
historia de España definitorio del peso de la iglesia y sus ritos junto a la
vivencia individual de la tradición religiosa por parte de los distintos
personajes.

Mención especial en estas
líneas a Rafa Vega y su magnífico y polisémico diseño de la portada.

Felicidades a José Manuel de
la Huerga por su Pasos en la Piedra,
merecidamente premiada, y gracias por venir a comentarla en una tarde de muchísimo
calor.

Buen verano y buenas
lecturas.

La amiga estupenda. Elena Ferrante

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Jueves 18 de mayo de 2017

En el nuevo encuentro de esta edición
del club de Lectura “Con mucho gusto” el texto a comentar fue La amiga estupenda, de Elena Ferrante (Lumen,
2011).

La
amiga estupenda                                                                                  

Como
siempre, Lila se pasa, he pensé.

   Estaba ampliando hasta la
exageración el concepto de rastro. No solo quería desaparecer ella, ahora, con
sesenta y seis años, sino borrar además toda la vida que había dejado a su
espalda.

   Me dio mucha rabia.

   Veremos quién se sale con la
suya, me dije. Fue entonces cuando encendí el ordenador y me puse a escribir
hasta el último detalle de nuestra historia, todo lo que quedó grabado en la
memoria”.

 

         De esta forma se abre
ante el lector una de las novelas más exitosas de los últimos años, firmada por
Elena Ferrante -seudónimo de la escritora y traductora italiana Anita Raja como
ella misma declaró recientemente en Twitter-, y primera de la tetralogía Dos amigas, que ha cautivado a gran
número de lectores de todo el mundo. Ayer Victoria González Riopedre fue la
responsable de su comentario. Victoria es funcionaria del Estado recién
jubilada a la que le absorben varias de sus actuales aficiones: viaja, está
aprendiendo a tocar el acordeón, y sobre todo lee. Dado que su vida profesional
se ha enfocado a la informática, empezó su intervención afirmando que lee por
sentimientos y valora cada texto en función de sus gustos personales, no bajo
parámetros científicos de la literatura. La lectura de La amiga estupenda le suscitó varios interrogantes: en qué grado es
autobiográfica y si es de autoría masculina o femenina, teniendo en cuenta que
hasta hace escaso tiempo no se sabía quién era Elena Ferrante. Y demostró ayer
que lo suyo con la literatura es algo más que afición.

         La amiga estupenda se centra en el
recuerdo que Lenù (Elena Greco) con motivo de la desaparición de su amiga Lila
(Raffaella Cerullo) conserva de una amistad que se inicia en la infancia y
llega hasta el momento de la escritura cuando tienen sesenta y seis años. En las
páginas de la novela Lenù evoca con precisión los primeros pasos de las dos
amigas, nacidas en 1944, hasta el final de la adolescencia en un barrio pobre
de Nápoles. Lila aparece ante el lector a través de los ojos de Lenù como una
persona fuerte, decidida, inteligente que sin embargo no conseguirá seguir
estudiando y finalizará esta primera parte con su temprana boda mientas que
Lenù, aun sintiéndose inferior y muy condicionada por Lila, seguirá con sus
estudios hasta conseguir metas de carácter intelectual difíciles en las
condiciones de vida en las que a ambas les toca vivir. Su relación será de
amistad, pero condicionada por la competitividad, los celos, y las constantes
variaciones que ambas experimentan durante esos primeros años derivadas de sus
propias capacidades y determinadas por las oportunidades de cada una. La
familia y la escuela, con sus métodos didácticos, son descritas con exactitud y
son el eje sobre el que gravita la vida de las dos amigas.

         Victoria
en su presentación señaló cómo la vida que se retrata en estas páginas, con la
dureza que otorga la pobreza, que provoca incultura, el difícil acceso a los
estudios o la violencia puede ser reflejo no sólo de un barrio napolitano de
mediados de siglo XX sino de otros muchos barrios de otros tantos lugares, definidos
por la necesidad.

         Desde
el punto de vista literario, la novela está escrita en primera persona; se
trata de un único punto de vista interno en el que todos los acontecimientos,
personajes y espacios están evocados a través de los recuerdos y la voz del
personaje de Lunú en su afán de relatar su relación con Lila. En los
comentarios de los participantes se señaló que se trata de una novela de
aprendizaje en la que vemos la evolución de las dos amigas desde la infancia
hasta el final de la adolescencia desde todos los puntos de vista: desarrollo
físico, emocional, afectivo y social en los que la familia, la escuela y el
entorno resultan determinantes. La autora ha encontrado la voz y ha tenido el
acierto de mostrar con escasas concesiones a los momentos felices, las
transformaciones que estos dos personajes van experimentando en su recorrido
vital con todos sus matices. Por eso, esta historia y su forma de ser narrada
se han relacionado con un nuevo neorrealismo, que procedente de la
cinematografía italiana de mediados del siglo pasado, muestra especial
motivación en presentar la realidad triste y gris del género humano con
objetividad. En el caso de La amiga
estupenda
, las difíciles condiciones de vida del barrio en el que Lila y
Lenù se desarrollan están moldeadas con un estilo sencillo pero seco, sin
licencias sentimentales, en el que sobresale la descripción de los espacios en
los que late la vida de sus habitantes.

         La amiga estupenda inicia una tetralogía
que da cuenta de una experiencia vital, la de dos mujeres y su desarrollo hasta
la edad adulta, en la que su autora ha desplegado un estilo literario de gran
calidad y un trasfondo argumental esencialmente humano. Victoria ayer nos la
trajo a los lectores con la invitación a leerla completa, ya que en esta
primera parte se demuestra que en ocasiones, la calidad no está reñida con el
éxito.

El viajero del siglo. Andrés Neuman

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Miércoles, 19 de abril de 2017

Para mí ha sido un placer poder proponer y presentar la novela El viajero del siglo de Andrés Neuman en el club de lectura “Con mucho gusto” de la Biblioteca Reina Sofía. Agradezco mucho a Susana Gil-Albarellos y a Carmen de Miguel, directora y coordinadora respectivamente, su invitación a este encuentro para hablar y disfrutar de la lectura de la novela elegida.

La elección de la novela El viajero del siglo, ha sido por motivos sentimentales: los buenos recuerdos de un viaje por Argentina y el posterior regalo de la novela -por parte de mi mujer- me recordaron la primera vez que nos topamos con el joven y magnífico escritor Andrés Neuman en una librería de Buenos Aires.

 Andrés Neuman nació en 1977 en Buenos Aires, aunque a los 14 años su familia emigró hacia España por motivos políticos y se afincó en Granada, donde estudió Filología Hispánica y allí fue profesor de literatura hispanoamericana.  Pertenece a una nueva generación de escritores hispanoamericanos que proyectan su literatura hacia el continente europeo y su problemática, y se le considera uno de los escritores españoles más europeos. A los 22 años publicó su primera novela Bariloche, y desde entonces no ha dejado de publicar ni de escribir. Sus siguientes novelas fueron: La vida en las ventanas, Una vez Argentina, El viajero del siglo (premio Alfaguara en el 2009) que será la novela que le supone una gran proyección internacional y Hablar solos, Eterna cadencia, Hacerse el muerto –libro de cuentos-. También escribe poesía, en su libro Década reúne todos sus poemas publicados hasta hoy,  y su blog Microrréplicas ha sido recientemente premiado.

El viajero del siglo es una novela ambiciosa que propone volver a mirar el siglo XIX con la perspectiva del XXI. Hans está buscando una posada para pasar la noche y detiene su coche de caballos en Wandernburgo, una ciudad entre Sajonia y Prusia. Decide quedarse un día más y, al día siguiente en la Plaza del Mercado, se fija en un anciano muy especial que toca el organillo y esto va a hacer demorar la marcha de Hans. A partir de ese momento conocerá a Sophie, en las tertulias de los viernes en el salón de la casa de esta mujer, y se verá atrapado por lo que siente por ella. Se desatará un amor memorable, que agitará por igual camas y libros; y un mundo imaginario que condensará, a pequeña escala, los conflictos de la Europa moderna.

Antes de comenzar con el análisis de la novela, expuse porque Andrés Neuman decidió escribir esta novela: a raíz de la traducción del alemán del libro de poemas Viaje de invierno, del desconocido poeta alemán Wilhelm Müller, que se ha dado a conocer gracias a la música de Schubert. Y, a continuación, destaqué lo que más me ha llamado la atención de El viajero del siglo. Para mí hay algo que está por encima de todo: esta novela es un verdadero y magnífico homenaje a la estética y a la literatura del Romanticismo europeo, y también un magnífico retrato de la historia y de la sociedad de la Europa posnapoleónica. Además estamos ante una novela enciclopédica, compleja, llena de cultura y de reflexión, llena de riqueza lingüística y literaria. Una novela que engloba toda la variedad de textos y de discursos, una novela polifónica con diferentes voces narrativas que aportan reflexión y diferentes modos de entender y ver el mundo, una novela llena de filosofía, de teoría literaria, de historia y de literatura.

Además de todo lo anterior, destaqué varios ejes importantes que configuran la arquitectura de esta novela. En primer lugar, la importancia del viaje y del viajero, ya desde el título de la novela, hasta el final de la misma. Para mí el autor con esta novela nos adentra en toda una reflexión sobre los efectos que produce el viaje y los motivos por los que viajamos,  la persona que huye para encontrar algo en otro lugar, o los que viajan para ser más libres o para crecer de forma personal; viajar para tener la posibilidad de potenciar la creatividad, viajar sin pensar en el destino, en la duración o en el motivo.

Otro eje fundamental son los acontecimientos históricos de la Europa posnapoleónica: época en la que Napoleón fracasó y Europa estaba inmersa en una crisis de identidad, y de valores, (muy similar a lo que sucede hoy en día) que  se dará lugar a gobiernos conservadores. Aquí destaqué los paralelismos de la Europa del siglo XIX y la actual: el descontento y el desencanto de lo que Napoleón prometió –constituciones, libertades y derechos acaba siendo absolutismo, gobiernos conservadores, fracaso de las revoluciones…, esto es lo que sucede hoy en día: el choque entre los proyectos políticos y el desencanto de los ciudadanos está provocando giros extremistas y poca confianza en la Unión Europea que puede destruir Europa y ya la está haciendo tambalear.

Junto a la historia, destacamos la intrahistoria en la novela: a través de los pequeños detalles como el birrete jacobino que llevaba Hans –símbolo de la revolución- o los muebles de la época Biedermeier de la casa de Sophie, símbolo de una familia y una época de una Alemania conservadora.

También destaqué a los personajes: en primer lugar, a la ciudad de Wandernburgo, un personaje más, una ciudad inventada, una ciudad móvil situada entre Dessau y Berlín que es símbolo de todas las ciudades. Una ciudad que cambia con las estaciones y según el momento del día en el que nos encontremos. Dentro de esa ciudad, destaqué dos espacios por encima del resto: el salón de la casa de los Gottlieb, donde la clase alta de la ciudad, todos los viernes, celebraba las tertulias políticas, culturales e históricas y la cueva donde vivía el organillero, donde tenían lugar los debates entre los desfavorecidos, sobre los jornaleros y los pobres. Ambos espacios reflejan muy bien cómo estaba configurada la sociedad alemana de la época.

Todos los personajes están vivos, son humanos, están muy bien perfilados, y tienen personalidades muy diferentes, que nos hacen experimentar diferentes sensaciones: antipatía, ternura, desconfianza, aceptación…

En penúltimo lugar, hice una breve referencia a la importancia de la música en la novela (hay que tener en cuenta que Neuman es hijo de músicos), música que en un primer lugar atrapa a Hans y música que va a estar presente a lo largo de toda la historia. La música está siempre presente en los debates de los viernes, en la cueva del organillero y en la Plaza del Mercado dando vida a la ciudad.

No me olvidé de la intensa y apasionada historia de amor entre Hans y Sophie, cargada de poesía y erotismo; a través de ella se nos pone delante gran parte de la poesía europea del siglo XIX, además de todo un método de traducción e interpretación de la poesía y de la literatura.

Y finalicé mencionando el sorprendente final y con el sentido que, para mí, tiene el alegato final que el narrador realiza al viento. En mi opinión, el viento es símbolo de renovación de todo, de purificación, y también de incertidumbre…y después del viento ¿qué pasará en la ciudad de Wandernburgo? ¿Qué pasará en la vida de los personajes? ¿Qué pasará en Europa?…

Realizada la visión personal -ya que la novela es tan rica y tiene tantas cosas que comentar- se abrió la participación de los asistentes. Hubo intervenciones interesantes, en las que se destacaron:

En primer lugar se dialogó sobre la literatura y la riqueza lingüística de la novela, que es una novela compleja que tiene de todo: contiene toda la literatura y filosofía del siglo XIX, incluso se remonta a la Ilustración y al Barroco. Se habló sobre la visión literaria que se realiza sobre todo del Romanticismo alemán y francés, y la crítica literaria que aparece en cuanto a la creación literaria alemana frente a la literatura francesa, de esta última se señaló que es la auténtica literatura, y también se aludió al hecho de que Francia no tiene un Shakespeare, ni un Goethe, ni un Cervantes, ni tampoco muchos premios Nóbel, pero tiene verdaderos creadores literarios, auténticos literatos.

Varios de los asistentes debatieron sobre el viaje y su importancia en la novela. Se destacó el viaje interior que realiza el personaje –Hans- a lo largo de toda la misma, según se va encontrando en diferentes situaciones y con diferentes personajes. También se habló de que hay personajes –como el organillero- que no viajan físicamente, aunque en cierto sentido sí lo hacen de forma interior: con los cambios que hay en la ciudad, con el contacto con la gente…Enlazando con la idea del viaje que aparece en esta novela y, haciendo mención a Viajar sin ver  otra obra del autor que trata sobre cómo viajamos en la actualidad, se comentó que hoy viajamos sin ver y, a veces, sin saber dónde viajamos, y por supuesto, sin conocer los lugares ni su cultura, solo tomamos fotos rápidas y viajamos por el hecho de decir que viajamos.

Algo importante sobre lo que se debatió fue sobre la importancia de los acontecimientos históricos en la novela, y se discutió sobre la fecha concreta en la que se podían estar llevando a cabo. Había contertulios que no tenían claro que los sucesos fuesen entorno a un año en concreto, se especuló con la idea de que los sucesos se enmarcaran en la década de los 30 -dentro del siglo XIX-; y, en torno a lo anterior, se expuso la posibilidad de que la fecha concreta estuviese poco clara debido a que el autor hubiese querido que fuera así. Esto podría ser un juego narrativo, que formase parte de la incertidumbre de la Europa de la época y sobre todo de la incertidumbre de la zona de Prusia y Sajonia. Se comentó que esos acontecimientos nos trasladan a la época actual: conflictos entre países europeos, diferencias económicas y de fronteras, emigración y exilio, diferencias políticas, el papel de la mujer…

También se destacó el análisis que el autor realiza de los espacios interiores, incluso la importancia de los movimientos sutiles que realiza Sophie a la hora de moderar las tertulias de los viernes. Sus movimientos con el abanico, su forma de mirar y de tocar, de coger la taza de té o la bandeja, su forma de caminar y de moderar las tertulias… En este momento, se destacó que fuese una mujer la moderadora de las tertulias, ya que en esa época la mujer no tenía ese papel tan relevante en esos espacios, ni tampoco en la sociedad.

Varias de los asistentes destacaron lo bien que están definidos los personajes –se hizo referencia a que tienen influencia de Galdós- y la importancia del significado de sus nombres (Wandernburgo –ciudad que camina- Sophie –la sabiduría-, Ratztrinker –alcalde alcohólico-, Pigherzog –duque cerdo-, Mietter –inquilino-…). En este punto algunos de los asistentes realizaron una crítica a la construcción de los personajes: se comentó que los personajes son pocos para la extensión de la novela, para lo que ahí sucede y que son planos, prototípicos y previsibles; y, también, se comentó que no gustaba mucho como se había construido y presentado el personaje del organillero, que se presenta como un personaje demasiado perfecto dentro de un mundo marginal e imperfecto del que él está rodeado.

En definitiva, una novela tan extensa, tan rica y tan compleja que dio lugar a muchas y diferentes opiniones. Algunas críticas hicieron mención a que hay partes de la novela que se podrían suprimir, como por ejemplo la novela policíaca que aparece en un momento de la narración en la que se inculpa al profesor Mietter, y también alguna parte de las casi 160 páginas de ensayo literario que provoca que la novela sea demasiado lenta.

Ya hacia el final de la agradable tertulia literaria, Eva Ortiz nos sugirió que leyéramos el cómic Las calles de arena de Paco Roca, un personaje de hoy atrapado en las calles de un barrio del que no puede salir; ya que puede tener cierta relación con la lectura que hemos estado comentando. Y Carmen de Miguel nos recomendó visualizar la película El gran Hotel Budapest, donde se nos muestran las luces y las sombras de la Europa de la primera mitad del siglo XX.

Para finalizar se animó a los asistentes a leer otras fantásticas novelas de este joven y talentoso escritor del que ya se anuncia como una de las voces narrativas más importantes del siglo XXI.

                                                                   Evangelina Moral Padrones

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Burbujas de arte y matemáticas. José Chamoso, Inmaculada Fernández, Encarnación Reyes.


Jueves 20 de octubre de 2016

El club
de Lectura “Con mucho gusto” ha puesto en marcha su 5ª edición con nuevos
participantes que se han unido a los veteranos y con un nuevo libro para
comentar, Burbujas de arte y matemáticas,
de José Chamoso, Inmaculada Fernández y Encarnación Reyes (Nivola,2009).

Burbujas de arte y matemáticas

           Encarnación
Reyes, profesora de Matemáticas en la Escuela de Arquitectura de la Universidad
de Valladolid y una de las autoras del texto, fue la encargada de presentar el
libro. Burbujas de arte y matemáticas
es una obra difícil de clasificar; se trata de un texto aparentemente de
divulgación cuyo propósito es la aplicación de las matemáticas, de la
geometría, al arte, en este caso a construcciones arquitectónicas emblemáticas
de Castilla y León. Así, a lo largo de trece capítulos, el lector va
descubriendo la importancia de las matemáticas en la planificación y creación
de la Plaza Mayor de Salamanca, del Palacio de Santa Cruz de Valladolid, del
Alcázar de Segovia, de las catedrales de Burgos y Palencia y de otras tantas
obras de Soria, Ávila o Zamora, arquitecturas que los autores del libro van explicando
a la luz del estudio geométrico de arcos, cruces, estrellas, teselados,  superficies o fractales. Este objetivo de
divulgación del libro es reforzado por la forma dialogada en la que dos amigos,
Jose y Bill (español uno e inglés el otro) van analizando a través de su diálogo
y de su viaje por las correspondientes ciudades de Castilla y León todas las
estructuras arriba señaladas; además portan un maravilloso libro que conecta lo
estudiado aquí con otros edificios o estructuras de diversas partes del mundo.

           En la tarde
del miércoles, Encarnación fue para la mayoría de nosotros no sólo una de las autoras
del libro sino principalmente maestra por su extensa y amena explicación de la
confluencia de las ramas del conocimiento, en este caso arte y matemáticas, ya
que su presentación fue clarificadora de un texto que a pesar de su propósito
de cercanía al gran público, resulta complicado para aquellos que como quien
estas líneas escribe, poco o nada sabe de geometría ni de matemáticas en
general. Su presentación fue muy concluyente al afirmar que las matemáticas
presiden todo en la vida, lo natural y lo creado por el hombre, y en concreto
en el caso que nos ocupa, son el centro de la creación artística. Con ayuda de
la proyección de diversas diapositivas, nos reveló la importancia de comprender
esta presencia necesaria en el arte para convertirnos en “turistas matemáticos”,
capaces de proyectar otra mirada ante la obra artística.

           Los lectores
tuvimos la oportunidad de entender esa relación arte y matemáticas en edificios
muy conocidos por nosotros, por los que alguno pasamos a diario, con lo que el
propósito de Encarnación creo que se cumplió: después de su magnífica
exposición, será difícil que al volver a contemplarlos no pensemos en esa
dimensión científica que ayer tuvimos el privilegio de conocer.

Y más allá del propio texto, el debate se desarrolló de forma
animada, puesto que fue excepcional que en este club de lectura leamos un texto
no literario sino un híbrido entre las ramas del saber, entre la ciencia y la
creación, entre las matemáticas y el arte, por lo que el intercambio entre los
presentes derivó entre los que defienden la integración de las materias
académicas para conseguir un conocimiento más completo en la educación frente a
los que insisten en cierta pureza entre las ramas del conocimiento. No hay que olvidar que los participantes del club
pertenecen a distintos centros de la UVa y distintas áreas científicas, además
de distintas edades, y eso se reflejó en el debate.

En cualquier caso, fue una tarde especial por lo que tenía de
novedad y lo que tuvo de aprendizaje. Gracias a Encarnación porque a pesar de
su ingente producción científica pone su saber y su tiempo al servicio de un
propósito que en ocasiones se olvida, sobre todo entre los docentes, como es
difundir con rigor,  amenidad y
entusiasmo esos conocimientos y volcarlos con entrega a la sociedad.

Otra información:

. Vídeo de la Conferencia impartida por Encarnación Reyes en el marco de la exposición “MÁS ALLÁ DE LA MANO: INSTRUMENTOS DE MEDIDA Y CÁLCULO”:
Compás de proporción -sector francés, sector inglés, pantómetra-, de reducción y áureo. Publicado por el Servicio de Medios Audiovisuales de la Universidad de Valladolid.

. Reseña de la Conferencia impartida por Encarnación Reyes en el marco de la exposición “IMAGINARY”. Publicada por la Agencia Iberoamericana Para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología: http://www.dicyt.com/viewNews.php?newsId=20965 

Imaginary en Valladolid

Las puertas del paraíso. Nerea Riesco


Jueves 17 de marzo de  2016

El club
de Lectura “Con mucho gusto”, con sede en la Biblioteca Reina Sofía, tuvo el miércoles 16 de marzo un nuevo encuentro, esta vez con una novela de Nerea Riesco, Las puertas del paraíso (Grijalbo, 2015).  

Las puertas del paraíso

           La persona
encargada de elegir y presentar esta novela fue Ángel Poncela, jubilado de
sector industrial, en concreto de la rama de Química, que ha visto en su
jubilación la oportunidad de seguir enriqueciendo sus conocimientos y forma de
vivir asistiendo, hace ya unos años, a la Universidad Permanente Millán Santos
y a la Universidad de la Experiencia, en las que ha sido y es un activo como
estudiante y como participante en las diferentes actividades que en ellas se
organizan.

           Ángel nos
introdujo de forma muy completa y brillante en la autora y su obra. Las puertas del paraíso es una novela de
la joven escritora Nerea Riesco, y con ella se adentra en un tipo de literatura
que combina de forma eficaz amor, aventura, amistad, traición y sobre todo,
historia. Todo ello en un texto de gran extensión en el que la prosa fluye con
facilidad. Las puertas del paraíso relata
la historia de un personaje, Yago, en la España convulsa de la conquista de
Granada. Contada en primera persona cuando el personaje es un hombre adulto y
vive asentado en territorio musulmán con su familia, la historia comienza con
su nacimiento en Valladolid, la muerte de su madre en el parto y su ceguera,
puesto que el personaje es invidente. A partir de estas circunstancias vitales
Yago viajará con su padre –cocinero de los Reyes Católicos- por la España
cristiana y musulmana de finales del siglo XV, en la que conocerá el mundo
desde su ceguera. Las diversas aventuras por las que pasará, en las que los
personajes se hallan claramente definidos en buenos y malos, junto con el amor,
primero la fascinación por Concepción y después, ya en territorio musulmán, el
amor auténtico por Nur, hermana de Boabdil, configuran una narración amena,
fluida y muy del gusto de la novela actual en alguna de sus variantes
temáticas.

           Uno de los
elementos que más destacan en Las puertas
del paraíso
, como ayer señalamos, es el trasfondo histórico en el que se
mueven los personajes. Si bien el relato del periplo vital del Yago pertenece a
la ficción literaria, el lugar y espacio en el que se realiza contiene una gran
carga de documentación histórica de esa España de los Reyes Católicos, en su
intento y triunfo final de reconquista con la toma de Granada. En las páginas
de Nerea Riesco se adivina una muy completa y meritoria labor de documentación,
que lejos de entorpecer la trama principal de la obra, la enriquece, puesto que
está perfectamente ensamblada en el texto.

           Con todo,
ayer hubo comentarios que destacaron algunos puntos conflictivos de la novela,
sobre todo los que tienen que ver con el personaje principal, Yago, y con las
voces de la narración. En cuanto al protagonista, que en la segunda parte de la
obra recuperará la vista gracias a la maestría médica de los árabes (lamento el
spoiler), resulta difícilmente creíble en su propia concepción, ya que cuesta
creer que un muchacho ciego, nacido en un entorno social bajo y sin la figura
materna, en el siglo XV, pudiera saber, hablar y ser como se nos muestra al
lector desde el principio. Y esta objeción al personaje tiene que ver sobre
todo, con el hecho de que es él quien relata su historia. Su conocimiento de la
vida  y de las pasiones humanas, su
honestidad y su actuación a lo largo de toda la obra son tan positivas que
resulta poco verosímil. Por otro lado, el personaje vive primero en zona
cristiana, en Castilla, y después en el Al-Andalus con lo que la autora puede
mostrar historia, arte y formas de vida de ambas culturas, enriqueciendo sin
duda su texto.

           Otros
señalaron que la novela está algo cargada de tópicos y se sitúa en una época
histórica que ya nos es conocida, por la historia y recientemente por medios
audiovisuales, con lo que la capacidad de sorpresa es menor. Con todo, se
señaló la visión de un contexto conocido bajo la mirada de un ciego, de Yago,
con lo que la narración aparece envuelta en una atmósfera de cuento de hadas.

           Mucho más se
podría señalar de una novela tan extensa, en la que las aventuras de ficción
corren parejas a la circunstancia histórica, pero sea suficiente lo dicho para
recalcar que su lectura resulta entretenida. Las puertas del paraíso se inserta de lleno y dignamente en un tipo
de literatura popular, de gran aceptación por parte de los lectores, que buscan
en la literatura un  placer sin
pretensiones, que en los tiempos actuales no es poco. Gracias por ello a Ángel
Poncela, que la eligió mientras la disfrutaba en la playa.