Pasos en la piedra. José Manuel de la Huerga

Jueves 15 de junio de 2017

Última
sesión de la 5ª edición del club de Lectura “Con mucho gusto” con la novela Pasos en la piedra, de José Manuel de la
Huerga (Menoscuarto, 2016).

 Pasos en la piedra                                                                                    

José Manuel de la Huerga
aparece en la sala; lleva consigo una maleta que perteneció a su padre de la
que va extrayendo distintos objetos: libros, una lámina, una caja…, todos ellos
representativos de su recorrido sentimental con especial significación también
en su escritura. En la tarde de ayer nos presentó su novela Pasos en la piedra, ganadora del XV
Premio de la Crítica de Castilla y León (2017) y su intervención estuvo cargada
de referencias biográficas y emocionales. José Manuel es profesor de instituto
de lengua y literatura y autor de una dilatada carrera literaria, varias veces
premiada; Pasos en la piedra es su
último trabajo publicado.

Se trata de una novela coral
en la que varios personajes se entrecruzan en una ciudad imaginada del Duero –
Barrio de Piedra-, durante la Semana Santa de 1977. La obra se estructura
siguiendo los días y ritos de la Pasión que van desde el miércoles santo hasta
el domingo de resurrección. Germán Ojeda, hijo del Gobernador civil de Barrio
de Piedra, y su amigo alemán Peter Gesteine llegan a la población con la
intención de rodar los días santos aunque su vuelta a la ciudad castellana
responde al deseo de Germán, militante en el todavía ilegal partido comunista
-legalizado ese sábado santo de 1977- de alejarse de la capital debido al
revuelo causado por el asesinato por parte de la ultraderecha de Yolanda,
estudiante universitaria. Una vez en Barrio de Piedra, la tradición santa
chocará en la mente de los personajes frente a su militancia. Junto a Germán y
Peter el autor incorpora un abanico de personajes, alguno de los cuales
representa con su vida una narración casi independiente del asunto principal.
Entre estos destacan Antonio el pajarero, Alas el cura, Claudio Pino el poeta,
o los jóvenes Juan y Ashma, que experimentan el primer arrobamiento amoroso. El
relato de todos ellos está cuidado al máximo hasta el punto de que el lector
los identifica y los llega a conocer, y todos viven su personal Vía Crucis en
esos días santos, pues cada uno representa una forma de vida y de sentir esa
herencia.  

La Semana Santa como
representación teatral total ocupa el centro de la novela; se percibe un enorme
respeto por la tradición junto a un deseo de ruptura de una sociedad que en ese
no tan lejano 1977 oscilaba entre la ortodoxia de cuarenta años de dictadura y
la esperanza de libertad y apertura. Las descripciones de las tallas
escultóricas, el detalle en los itinerarios, la exposición del mundo de las
cofradías con sus normas y quehaceres son elementos fundamentales en las
páginas de la obra, ya que revelan un exhaustivo conocimiento por parte del
escritor, que de esta forma delata su cercanía a esa Semana Santa castellana y
a sus formas y usos.

Desde el punto de vista
formal, Pasos de Piedra presenta un
lenguaje polifónico en cuanto a la caracterización de los caracteres y
sumamente poético en las descripciones; es una novela con sentimiento y sobre
todo con mucho oficio; se trata del trabajo lingüístico de un orfebre que cuida
cada palabra, cada frase, cada página.

Los participantes, muchos de
ellos de Castilla, reconocieron la Semana Santa descrita en las páginas y por
ello mostraron su disfrute de la novela: Zamora, Rioseco, Castronuño o
Valladolid son las poblaciones que conforman ese imaginado Barrio de Piedra como
síntesis de las formas en las que cada una de ellas vive y representa los días
santos. Los ritos con los que las localidades castellanas viven su peculiar
representación de la Pasión son reconocibles en la novela de José Manuel
especialmente en lectores de cierta edad, puesto que ayer también los miembros
más jóvenes se sintieron más ajenos a la obra.

Con un vasto repertorio de
elementos culturales pictóricos, escultóricos, musicales, literarios y
religiosos la novela de José Manuel presenta un pasado reciente en el que la tradición
y las ansias de modernidad convivían entre tambores procesionales y la
legalización del PCE. Con todo, el autor señaló que en el fondo de su obra está
la idea de que Jesús y su Pasión no es patrimonio de la iglesia sino de todos,
creyentes o no. A lo largo del relato de los cinco días de Pasión en Barrio de
Piedra, el autor ha conseguido mostrar la totalidad de un momento de la
historia de España definitorio del peso de la iglesia y sus ritos junto a la
vivencia individual de la tradición religiosa por parte de los distintos
personajes.

Mención especial en estas
líneas a Rafa Vega y su magnífico y polisémico diseño de la portada.

Felicidades a José Manuel de
la Huerga por su Pasos en la Piedra,
merecidamente premiada, y gracias por venir a comentarla en una tarde de muchísimo
calor.

Buen verano y buenas
lecturas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *