Nos vamos de vacaciones

Como siempre, con la rapidez que pasan las cosas que nos hacen disfrutar, hemos llegado al verano, después de haber leído los 10 libros presentados por otros tantos invitados: Casilda, Mª Angeles, David y Luis, Claudio, Soraya, Mauricio, Angel, Chelo y Fernando, Angelina y Mario, ¡muchas gracias a todos!

Habéis hecho posible estos encuentros que tienen dos objetivos básicos: fomentar la lectura y crear lazos entre personas de la Universidad de Valladolid, pertenecientes a distintos centros y grupos profesionales. Pero además, hemos conocido un poco más de vosotros a través de los libros que nos habéis traído (en algún caso, vuestros propios libros). Muchas gracias por haber compartido unas horas de vuestro tiempo con nosotros.

Gracias a los participantes que disfrutan con nosotros de los encuentros, ¡algunos desde la primera edición!

Y gracias a la profesora Susana Gil-Albarellos, hilo conductor del entramado literario que nos ha juntado una vez al mes en el Espacio Abierto de la Biblioteca “Reina Sofía”.

Esperamos poder presentar un nuevo programa para el curso 2016-2017. En ello estamos.

Mientras tanto ¡feliz verano y hasta septiembre!

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Todo modo. Leonardo Sciascia

Jueves 16 de junio de  2016

La
cuarta edición de El club de Lectura “Con mucho gusto” tuvo ayer su última
sesión y para la ocasión contamos con un nuevo invitado que nos propuso la
novela del italiano Leonardo Sciascia, Todo
modo
, de 1974.

Todo
modo

              Todo modo fue elegida y presentada por
Mario Bedera, conocido por su intensa actividad profesional, ya que ha ocupado
cargos en la gestión universitaria como en la política nacional. En Valladolid
fue Vicerrector de la Universidad donde dejó huella al ser el artífice de la
creación del Centro Buendía, de la Universidad Millán Santos y de otras muchas
propuestas culturales; en el ámbito político Bedera ha sido senador, también
diputado del partido socialista y Secretario de Estado de Cultura. En la
actualidad, ha vuelto a su puesto de profesor de Historia del Derecho en la
Universidad de Valladolid. La elección de esta novela de Leonardo Sciascia se
debe a varias razones, como él mismo argumentó en su presentación, entre las
que destaca que se trata de un escritor político, de los pocos que hay en la
literatura de la segunda mitad del siglo XX. Y su obra Todo modo tiene en este sentido mucha “sustancia” que degustar.

              Leonardo
Sciascia (1921-1989) es un escritor siciliano que se caracteriza sobre todo por
su valentía, desafiando con sus escritos a dos de los pilares sobre los que se
asienta el poder en Sicilia: la Mafia y la Iglesia Católica; es un autor que
conoce el dominio de estas dos esferas y se enfrenta literariamente a ellas. Todo modo fue publicada en 1974 y en
ella el lector asiste a la reunión que un grupo de hombres poderosos -entre los
que se encuentran hombres de iglesia, empresarios, jueces y banqueros-, celebra
cada año a modo de ejercicios espirituales. El lugar elegido es la apartada
ermita Zafer, que alberga en su interior un hotel donde se alojan no sólo los
participantes de los ejercicios espirituales, sino también algunas mujeres que
les hacen compañía en esos días de recogimiento. Este centro está regido por el
padre Gaetano, personaje que mueve todos los hilos y al que Sciascia dota de
enorme eficacia literaria e intelectual.

              Todo
modo, cuyo título está extraído de la manera en que San Ignacio de Loyola definía los
ejercicios espirituales: «el todo modo… para hallar la voluntad divina», está
relatado en primera persona por un pintor reconocido y valorado que llega por
casualidad a dicho lugar y asiste, entre escéptico e intrigado, a los extraños
acontecimientos que empiezan a tener lugar entre los ilustres huéspedes. Y es
que al poco de comenzar los ejercicios, uno de los participantes, el exsenador
Michelozzi es asesinado durante el rezo del Rosario, muerte a la que pronto
seguirá, también en extrañas circunstancias, la del abogado Voltrano. Con la
policía investigando, la novela adquiere tintes de novela negra que sin embargo
quedará ahí porque el lector no sabrá quién ha sido el culpable. En este
sentido, es reseñable que la novela tenga en realidad una lectura más profunda
bajo la apariencia de “falsa” novela negra, porque como ayer comentamos, la
resolución de los asesinatos no centra el interés de sus páginas sino que es un
habilidoso recurso de Sciascia para hacer una crítica feroz al fanatismo y al
poder, hasta el punto de que las páginas más sobresalientes salen de boca del
propio narrador y sobre todo del padre Gaetano, convirtiendo las reflexiones y
diálogos de estos dos personajes en la centro del texto.

              Por
otro lado y a pesar de su brevedad, esta novela exige una lectura demorada,
pues son muchas las reflexiones que en ella se hallan acerca del poder de los
hombres y de la iglesia, y porque está plagada de referencias cultas a
escritores (sobre todo franceses), pintores, filósofos… Bedera acertadamente
señaló que Sciascia elige a sus lectores, a los que continuamente lanza guiños
que les ayuden a entender el sentido profundo de su literatura. Y es que por
encima de la estética literaria, este autor valora el alejamiento de la
imparcialidad y la toma partido en la denuncia de un mal social, en ese caso el
poder y su abuso, utilizando la literatura como compromiso; no es por tanto la
escritura literaria un fin en sí mismo sino el medio para la denuncia. La
novela está escrita de forma lineal con enormes dosis de ironía que tienen que
ver con el uso de cierto estilo volteriano y con un pesimismo propio de los
italianos, que creen que todo acabará mal. Sciascia, que se enfrentó a la Mafia
y a los poderes imperantes en la época de la Democracia Cristiana, advierte con
Todo modo que el poder siempre
manipula la verdad, y el valor de la literatura radica en este sentido en cómo
logra transmitir esta afirmación. Él, sin duda, lo consiguió de manera
brillante.

              Nuestro
encuentro tuvo todo esto y más y poco a poco nos fuimos trasladando de la
literatura a la actualidad porque de la novela Todo modo se pueden extraer muchas interpretaciones del presente político
de nuestro país, y nuestro invitado, gran conocedor del tema, nos ilustró de
tal circunstancia con conocimiento y sobre todo mucha generosidad, porque quizá
de ella abusamos ayer. Gracias por ello a Mario Bedera, por traernos una novela
tan aguda en lecturas y por actualizarla a nuestro confuso presente político. Y
gracias a todos los participantes porque por ellos se ha logrado un año más leer
“con mucho gusto”. Emplazados para la siguiente edición, ya la 5ª, buen verano
a todos.

El proyecto esposa. Graeme Simsion

La encargada de elegir y
presentar esta novela fue Angelina Martínez, licenciada en Historia del Arte,
funcionaria en la JCYL y gran lectora; Angelina no es profesora, no ha cursado
un Grado de literatura en la universidad y no está vinculada profesionalmente
al mundo literario, lo que la convierte en la perfecta invitada, porque la
elección del libro, su presentación y comentario se hallan alejados de ciertas prevenciones
que presentan las personas relacionadas directamente con la literatura. Y
comenzó señalando que, como sucede en muchas ocasiones, le hablaron de esta
novela de la que carecía de referencias previas y de ahí su elección; le gustó
y por ello la trajo ayer a debate de los lectores. Además de señalar que es una
novela vitalista, alegre y con dosis de humor, fue interesante su reflexión
acerca de dos procesos de lectura: una primera rápida únicamente de disfrute y
ya en la relectura es cuando pudo apreciar elementos y matices que le habían
pasado desapercibidos en la primera.

              Graeme
Simsion
es un escritor australiano muy leído en su entorno y menos conocido en
España; después de vender su empresa de informática para dedicarse en exclusiva
a la escritura, ha conocido el éxito a través de la novela que hoy comentamos, El proyecto esposa, y su continuación, El efecto matrimonio. El protagonista
Don Tillman es un profesor de Genética
con ciertas peculiaridades en su forma de vivir y de relacionarse con
los demás que a sus 39 años decide encontrar esposa y comienza la búsqueda de
la que considera que sería su pareja ideal diseñando un cuestionario:

En el reino animal, no tendría ninguna
dificultad para aparearme, pero en el humano, nunca he logrado tener una
segunda cita con la misma mujer. Los motivos de mi fracaso no termino de
entenderlos, y como las estadísticas muestran que los hombres casados son, en
promedio, más felices y viven más tiempo, he decidido poner en marcha un
programa vital para mí, el Proyecto Esposa. A tal fin, he creado un algoritmo
perfecto que me permitirá excluir las candidatas inadecuadas: las fumadoras,
las impuntuales, las desorganizadas, las que dedican demasiado tiempo a su
aspecto exterior… en suma, todas aquellas que no respondan a los estrictos
criterios que se exponen en el cuestionario de dieciséis páginas que he
elaborado.

              Aparece
entonces en su vida Rosie Jarman, guapa, lista, que trabaja en un bar y que no
cumple varios de los requisitos básicos de su cuestionario, pues bebe, fuma y
se tiñe el pelo. Rosie se ha criado junto a su padrastro y fallecida su madre
desea conocer la identidad de su verdadero padre, pues nunca lo supo por boca
de su madre. Comienza entonces el proyecto padre ayudada por Don. A partir de
ese momento la búsqueda del padre de Rosie se convertirá en el objetivo de Don,
afianzando la creciente amistad e intimidad entre ambos, hasta cumplir también
por esta vía el proyecto esposa. La novela, alegre, divertida y muy optimista,
demuestra en último caso la posibilidad de hallar el amor allí donde no se
espera y de conseguir aquello que se busca aunque por caminos distintos a los
proyectados.

              Nuestro
comentario discurrió por caminos distintos a los que el libro aparentemente
marcaba, pues lejos de insistir en el tono optimista por el que discurre su
acción, los participantes se centraron en la incapacidad del protagonista para
sentir cierta empatía, su egoísmo y dificultad para interactuar en sociedad,
resaltando que el caso de Don es un caso de autismo, o de asperger, que
tampoco le pusimos nombre exacto a sus carencias. El personaje se muestra a los
ojos del lector demasiado amable, considerando su rigidez y lo difícil que
puede llegar a ser en la vida real convivir con este tipo de personas. Por
ello, alejamos las cuestiones románticas del libro para insistir en el
“buenismo” que rodea esta historia, puesto que en la novela todo es amable, distendido
y fácil con buena dosis de novela rosa que la hace inverosímil, dado el
carácter del protagonista:

He abandonado el Sistema
Estandarizado de Comidas. He borrado el treinta y ocho por ciento de mi
programa semanal, horas de sueño excluidas. He tirado todas mis camisetas
viejas. He eliminado todas las cosas que no te gustaban. No descarto futuros
cambios
.

              Con
todo, y aunque ese happy end con que
finaliza la novela, a algunos pareció excesivo, sí hubo tiempo para señalar las
virtudes de una novela que no persigue sino entretener como es el humor, lo
hilarante de alguna de las situaciones, las reflexiones siempre interesantes en
torno a temas presentes en la obra como la genética, el autismo, el
cuestionamiento científico, el sistema universitario en el que Don trabaja, la
crítica a determinados profesionales como los médicos, la sexualidad, la
educación y algunos otros que hacen de las páginas de Simsion algo más que una
novela romántica porque entre sus páginas hay reflexión inteligente.

              Las
palabras con las que Angelina comenzó su intervención fueron corroboradas
porque El proyecto esposa hace reír,
descongestiona de tanta tristeza leída y en definitiva, hace al lector pasar un
rato amable y distendido. Y la literatura también está para eso, en este caso
casi una terapia frente al pesimismo. Gracias por ello a nuestra invitada
porque ayer, gracias a la elección de esta novela, sin darnos cuenta, también
se nos escapó la risa, y pocas veces las historias elegidas lo han conseguido.

Apabullante silencio extranjero. Fernando Fonseca


Lunes 25 de abril de  2016

El club
de Lectura “Con mucho gusto”, tuvo el viernes día 22 de abril un nuevo
encuentro pero con características distintas, ya que varios componentes de
clubes de lectura de la ciudad de Oviedo organizados por Chelo Veiga nos visitaron
en la Biblioteca Reina Sofía. Este grupo de lectores asturiano eligió la obra a
comentar y a su autor, también presente en la sesión; se trata de la novela Apabullante silencio extranjero, de
Fernando Fonseca (Pez de Plata, 2014).

Apabullante silencio extranjero

           Podemos
decir que en esta ocasión el invitado fue múltiple, pues todos los integrantes
de Oviedo, con Chelo a la cabeza junto al escritor Fernando Fonseca se
acercaron a Valladolid para compartir las impresiones de Apabullante silencio extranjero. Después de las presentaciones,
Chelo introdujo al escritor y su obra y pronto le cedió la palabra para de
nuevo en nuestro club de lectura oír al autor del libro a comentar.

           Fernando
Fonseca es un escritor con oficio, un artesano del lenguaje, persona sincera y
cercana que con esta novela consolida una ya extensa carrera literaria. Apabullante silencio extranjero es una
rara avis en el panorama de las
letras españolas en los tiempos actuales, pues lejos de modas y referentes
mediáticos, su prosa se mueve entre la orfebrería lingüística y la ficción
poderosa a caballo entre cierto realismo y toques mágicos. El asunto de libro
es también poderoso bajo su aparente sencillez: Verbo Paulatino, trabajador de
mediana edad con una triste vida, es despedido de su empresa; a partir de este
momento su vida pasa a ser la del cesante que con todo el tiempo del día tiene
que descubrir nuevas maneras de llenar su existencia. Y de esta forma
descubrirá que ciudadanos como él se siguen unos a otros a escondidas, en una
interminable fila de seguidores y seguidos. De la mano de su amiga María Salesa
emprenderá el negocio más extraño y no por ello menos necesario en estos
tiempos como es una tienda de palabras, La Palabrería. Verbo Paulatino,
consciente de la pérdida de palabras que caen en desuso y olvido, y sabedor de
la dificultad de encontrar las palabras precisas en determinados momentos de la
vida, crea La máquina de la Ilusión y el
Albedrío
, que le suministra las palabras necesarias en cada circunstancia. En
épocas como la actual en la que debido a factores históricos -y en gran medida
tecnológicos- la palabra se pierde el declive de nuestra lengua es evidente,
tanto en su manifestación escrita como oral. Por ello, el asunto de la novela
es de más calado de lo que aparentemente pueda parecer, derivando hacia cierto
fondo existencial y filosófico.

           Con este
argumento es fácil comprender la sorpresa que los participantes de la sesión
manifestaron ante el texto, puesto que a una primera parte más ralentizada y
verosímil, le sigue la creación de La Palabrería y su funcionamiento en casos
concretos de clientes que allí acuden en busca de palabras, de carácter
surrealista y entroncado con cierto realismo mágico. Además, toda la acción
tiene lugar en Ciudad Ajada, trasunto literario de la ciudad de Oviedo, que los
lectores de dicha ciudad reconoce en sus calles, plazas, lugares públicos,
etc., pero dotada aquí de un nueva mirada de su zona antigua, muy bien descrita
y original, difícil teniendo en cuenta que la ciudad asturiana es una de las
más literarias de cuantas se han descrito en la literatura española.

           Se trata de
un texto peculiar en su fondo y perfecto en su forma, pues por encima de los
avatares de Verbo Paulatino y del resto de personajes, subyace en la novela una
elaboración del lenguaje precisa, directa, culta y muy elaborada. Los
participantes tuvieron la oportunidad de charlar con Fernando Fonseca y
plantearle algunas cuestiones acerca de la elaboración de la novela, de su
forma de escribir y todas aquellas curiosidades que tienen que ver con
capítulos concretos de la obra.

           Apabullante silencio extranjero se
presentó ante nosotros como un texto insólito, tanto en su forma como en su
fondo, con una prosa fluida y algo arcaizante, con las páginas justas, preciso
en su brevedad que logra sorprender precisamente por eso, por lo llamativo de
la propuesta literaria que aporta. Además, en una edición sumamente cuidada con
una ilustración original para la novela del artista asturiano José Paredes.

           Gracias por
ello a Fernando Fonseca por su generosidad al venir a Valladolid a enfrentarse
a sus lectores, y un agradecimiento muy sincero a Chelo Veiga y todo el grupo
de lectura de Oviedo que nos acompañaron por tierras castellanas leyendo al
unísono letras asturianas.

Las puertas del paraíso. Nerea Riesco


Jueves 17 de marzo de  2016

El club
de Lectura “Con mucho gusto”, con sede en la Biblioteca Reina Sofía, tuvo el miércoles 16 de marzo un nuevo encuentro, esta vez con una novela de Nerea Riesco, Las puertas del paraíso (Grijalbo, 2015).  

Las puertas del paraíso

           La persona
encargada de elegir y presentar esta novela fue Ángel Poncela, jubilado de
sector industrial, en concreto de la rama de Química, que ha visto en su
jubilación la oportunidad de seguir enriqueciendo sus conocimientos y forma de
vivir asistiendo, hace ya unos años, a la Universidad Permanente Millán Santos
y a la Universidad de la Experiencia, en las que ha sido y es un activo como
estudiante y como participante en las diferentes actividades que en ellas se
organizan.

           Ángel nos
introdujo de forma muy completa y brillante en la autora y su obra. Las puertas del paraíso es una novela de
la joven escritora Nerea Riesco, y con ella se adentra en un tipo de literatura
que combina de forma eficaz amor, aventura, amistad, traición y sobre todo,
historia. Todo ello en un texto de gran extensión en el que la prosa fluye con
facilidad. Las puertas del paraíso relata
la historia de un personaje, Yago, en la España convulsa de la conquista de
Granada. Contada en primera persona cuando el personaje es un hombre adulto y
vive asentado en territorio musulmán con su familia, la historia comienza con
su nacimiento en Valladolid, la muerte de su madre en el parto y su ceguera,
puesto que el personaje es invidente. A partir de estas circunstancias vitales
Yago viajará con su padre –cocinero de los Reyes Católicos- por la España
cristiana y musulmana de finales del siglo XV, en la que conocerá el mundo
desde su ceguera. Las diversas aventuras por las que pasará, en las que los
personajes se hallan claramente definidos en buenos y malos, junto con el amor,
primero la fascinación por Concepción y después, ya en territorio musulmán, el
amor auténtico por Nur, hermana de Boabdil, configuran una narración amena,
fluida y muy del gusto de la novela actual en alguna de sus variantes
temáticas.

           Uno de los
elementos que más destacan en Las puertas
del paraíso
, como ayer señalamos, es el trasfondo histórico en el que se
mueven los personajes. Si bien el relato del periplo vital del Yago pertenece a
la ficción literaria, el lugar y espacio en el que se realiza contiene una gran
carga de documentación histórica de esa España de los Reyes Católicos, en su
intento y triunfo final de reconquista con la toma de Granada. En las páginas
de Nerea Riesco se adivina una muy completa y meritoria labor de documentación,
que lejos de entorpecer la trama principal de la obra, la enriquece, puesto que
está perfectamente ensamblada en el texto.

           Con todo,
ayer hubo comentarios que destacaron algunos puntos conflictivos de la novela,
sobre todo los que tienen que ver con el personaje principal, Yago, y con las
voces de la narración. En cuanto al protagonista, que en la segunda parte de la
obra recuperará la vista gracias a la maestría médica de los árabes (lamento el
spoiler), resulta difícilmente creíble en su propia concepción, ya que cuesta
creer que un muchacho ciego, nacido en un entorno social bajo y sin la figura
materna, en el siglo XV, pudiera saber, hablar y ser como se nos muestra al
lector desde el principio. Y esta objeción al personaje tiene que ver sobre
todo, con el hecho de que es él quien relata su historia. Su conocimiento de la
vida  y de las pasiones humanas, su
honestidad y su actuación a lo largo de toda la obra son tan positivas que
resulta poco verosímil. Por otro lado, el personaje vive primero en zona
cristiana, en Castilla, y después en el Al-Andalus con lo que la autora puede
mostrar historia, arte y formas de vida de ambas culturas, enriqueciendo sin
duda su texto.

           Otros
señalaron que la novela está algo cargada de tópicos y se sitúa en una época
histórica que ya nos es conocida, por la historia y recientemente por medios
audiovisuales, con lo que la capacidad de sorpresa es menor. Con todo, se
señaló la visión de un contexto conocido bajo la mirada de un ciego, de Yago,
con lo que la narración aparece envuelta en una atmósfera de cuento de hadas.

           Mucho más se
podría señalar de una novela tan extensa, en la que las aventuras de ficción
corren parejas a la circunstancia histórica, pero sea suficiente lo dicho para
recalcar que su lectura resulta entretenida. Las puertas del paraíso se inserta de lleno y dignamente en un tipo
de literatura popular, de gran aceptación por parte de los lectores, que buscan
en la literatura un  placer sin
pretensiones, que en los tiempos actuales no es poco. Gracias por ello a Ángel
Poncela, que la eligió mientras la disfrutaba en la playa.