84, Charing Cross Road. Helene Hanff

Jueves 19 de octubre de 2017

      El club de
Lectura “Con mucho gusto” inicia su 6ª edición con renovadas ganas de compartir
tardes y lecturas. Para abrir esta nueva temporada la obra elegida ha sido 84, Charing Cross Road (1970, Anagrama,
2006), de  Helene Hanff.

84, Charing Cross Road

           En esta ocasión -y puesto que trata de libros y del amor
a la lectura- la invitada que ha elegido y glosado este texto ha sido Mª José
Pérez, bibliotecaria en la biblioteca Reina Sofía de Valladolid, que no ha
dudado un momento en traer al club de lectura una obra que no hace sino
confirmar la importancia que para algunas personas tienen en su vida los libros.
Mª José explicó alguna de las experiencias vividas desde su trabajo en
bibliotecas que han hecho que la lectura de este libro le toque muy de cerca.

           84, Charing Cross Road está
considerada una pequeña joya publicada en 1970 por la escritora norteamericana
Helene Hanff. En ella, la autora y narradora trascribe la correspondencia que
durante 20 años mantuvo con los empleados de la librería Marks & Co., situada en el 84 de Charing Cross Road, en
Londres. Helene Hanff, escritora joven sin éxito encuentra en 1949 en el New
York Times un anuncio de esta librería londinense especializada en libro
antiguo y desde su casa en Nueva York decide escribir para solicitar raros
ejemplares difíciles de conseguir. Lo que comienza siendo una correspondencia
de carácter comercial con el responsable de Marks & Co. Frank Doel, acaba
por convertirse en una relación epistolar de carácter entrañable y personal,
siempre con el tema de los libros presente, y no solo con Frank Doel sino con
otros empleados de la librería. Helene, rara, excéntrica y casi siempre sin
dinero, corresponderá a los pedidos de libros con su importe y también con
otros regalos como alimentos difíciles de encontrar en una Europa de posguerra.

           A pesar de lo aparentemente sencillo
del argumento, 84, Charing
Cross Road
contiene en las numerosas cartas que la protagonista envía y recibe muchos
temas que se comentaron. Se trata de una obra acerca de libros, de la lectura,
del amor al mundo bibliográfico que trasciende la anécdota para demostrar que
los libros unen a las personas por encima de condicionantes geográficos o de
cualquier otro tipo; por otro lado, aborda desde el género epistolar la posibilidad
de establecer relaciones de amistad en la distancia entre personas
aparentemente muy distintas cuyo centro de unión son los libros, alguno de los
cuales se comenta o se describe físicamente; desde este punto de vista, el
texto es un alegato a las formas clásicas de acceso a los libros, a la lectura
y al mundo de las personas dedicadas a ello.

           En
cuanto a la protagonista, el carácter de Helene, en ocasiones ruda y a veces
demasiado directa, choca frente a la exquisita corrección con la que es tratada
por Frank Doel y el resto de los empleados; esta característica en cierto modo
explicita, por encima del carácter individual, la diferencia entre la vida en Estados
Unidos y en Europa y en concreto Inglaterra en los años posteriores a la
finalización de la 2ª Guerra Mundial, presentando mundos distintos, como
distintas son también las formas externas. En la lectura detallada de las
cartas a lo largo de 20 años –de 1949 a 1969- el lector va viendo el progresivo
cambio de la economía y formas de vida, desde las carencias de la posguerra
hasta una evidente mejoría al finalizar la correspondencia.

           Finalmente
señalar la circunstancia, sorpresiva para algunos y discutible para otros, de
que todo lo leído es real, como se señala en el Post Scriptum. Helene Hanff mantuvo esa correspondencia con la
librería londinense durante dos décadas hasta que finalmente pudo viajar por
primera vez a Londres:

Pocos meses después, 84,
Charing Cross Road
 se ha
convertido en un éxito y Helene Hanff consigue de golpe el reconocimiento que
toda una vida de duro trabajo no le había servido para tener una sola oferta.
Millares de lectores le escriben, y el libro tiene una resonancia inmensa. Es
la success story tan grata
a los americanos.

Gracias a la publicación del libro en Inglaterra, en 1971, Helene
Hanff puede viajar a Londres por primera vez. Encantada por el romanticismo de
un país que jamás había dejado de alimentar sus ensueños neoyorquinos, tiene
que admitir con dolor que ha faltado a la más importante de sus citas: Frank
Doel ha muerto, y la librería Marks & Co. ha cerrado sus puertas para
siempre.

           En
conclusión, buen comienzo para un club de lectura con un texto –difícil hablar
de novela en este caso- cuyo eje y propósito son los libros que nos ha acercado
una experta bibliotecaria.

Pasos en la piedra. José Manuel de la Huerga

Jueves 15 de junio de 2017

Última
sesión de la 5ª edición del club de Lectura “Con mucho gusto” con la novela Pasos en la piedra, de José Manuel de la
Huerga (Menoscuarto, 2016).

 Pasos en la piedra                                                                                    

José Manuel de la Huerga
aparece en la sala; lleva consigo una maleta que perteneció a su padre de la
que va extrayendo distintos objetos: libros, una lámina, una caja…, todos ellos
representativos de su recorrido sentimental con especial significación también
en su escritura. En la tarde de ayer nos presentó su novela Pasos en la piedra, ganadora del XV
Premio de la Crítica de Castilla y León (2017) y su intervención estuvo cargada
de referencias biográficas y emocionales. José Manuel es profesor de instituto
de lengua y literatura y autor de una dilatada carrera literaria, varias veces
premiada; Pasos en la piedra es su
último trabajo publicado.

Se trata de una novela coral
en la que varios personajes se entrecruzan en una ciudad imaginada del Duero –
Barrio de Piedra-, durante la Semana Santa de 1977. La obra se estructura
siguiendo los días y ritos de la Pasión que van desde el miércoles santo hasta
el domingo de resurrección. Germán Ojeda, hijo del Gobernador civil de Barrio
de Piedra, y su amigo alemán Peter Gesteine llegan a la población con la
intención de rodar los días santos aunque su vuelta a la ciudad castellana
responde al deseo de Germán, militante en el todavía ilegal partido comunista
-legalizado ese sábado santo de 1977- de alejarse de la capital debido al
revuelo causado por el asesinato por parte de la ultraderecha de Yolanda,
estudiante universitaria. Una vez en Barrio de Piedra, la tradición santa
chocará en la mente de los personajes frente a su militancia. Junto a Germán y
Peter el autor incorpora un abanico de personajes, alguno de los cuales
representa con su vida una narración casi independiente del asunto principal.
Entre estos destacan Antonio el pajarero, Alas el cura, Claudio Pino el poeta,
o los jóvenes Juan y Ashma, que experimentan el primer arrobamiento amoroso. El
relato de todos ellos está cuidado al máximo hasta el punto de que el lector
los identifica y los llega a conocer, y todos viven su personal Vía Crucis en
esos días santos, pues cada uno representa una forma de vida y de sentir esa
herencia.  

La Semana Santa como
representación teatral total ocupa el centro de la novela; se percibe un enorme
respeto por la tradición junto a un deseo de ruptura de una sociedad que en ese
no tan lejano 1977 oscilaba entre la ortodoxia de cuarenta años de dictadura y
la esperanza de libertad y apertura. Las descripciones de las tallas
escultóricas, el detalle en los itinerarios, la exposición del mundo de las
cofradías con sus normas y quehaceres son elementos fundamentales en las
páginas de la obra, ya que revelan un exhaustivo conocimiento por parte del
escritor, que de esta forma delata su cercanía a esa Semana Santa castellana y
a sus formas y usos.

Desde el punto de vista
formal, Pasos de Piedra presenta un
lenguaje polifónico en cuanto a la caracterización de los caracteres y
sumamente poético en las descripciones; es una novela con sentimiento y sobre
todo con mucho oficio; se trata del trabajo lingüístico de un orfebre que cuida
cada palabra, cada frase, cada página.

Los participantes, muchos de
ellos de Castilla, reconocieron la Semana Santa descrita en las páginas y por
ello mostraron su disfrute de la novela: Zamora, Rioseco, Castronuño o
Valladolid son las poblaciones que conforman ese imaginado Barrio de Piedra como
síntesis de las formas en las que cada una de ellas vive y representa los días
santos. Los ritos con los que las localidades castellanas viven su peculiar
representación de la Pasión son reconocibles en la novela de José Manuel
especialmente en lectores de cierta edad, puesto que ayer también los miembros
más jóvenes se sintieron más ajenos a la obra.

Con un vasto repertorio de
elementos culturales pictóricos, escultóricos, musicales, literarios y
religiosos la novela de José Manuel presenta un pasado reciente en el que la tradición
y las ansias de modernidad convivían entre tambores procesionales y la
legalización del PCE. Con todo, el autor señaló que en el fondo de su obra está
la idea de que Jesús y su Pasión no es patrimonio de la iglesia sino de todos,
creyentes o no. A lo largo del relato de los cinco días de Pasión en Barrio de
Piedra, el autor ha conseguido mostrar la totalidad de un momento de la
historia de España definitorio del peso de la iglesia y sus ritos junto a la
vivencia individual de la tradición religiosa por parte de los distintos
personajes.

Mención especial en estas
líneas a Rafa Vega y su magnífico y polisémico diseño de la portada.

Felicidades a José Manuel de
la Huerga por su Pasos en la Piedra,
merecidamente premiada, y gracias por venir a comentarla en una tarde de muchísimo
calor.

Buen verano y buenas
lecturas.

La amiga estupenda. Elena Ferrante

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Jueves 18 de mayo de 2017

En el nuevo encuentro de esta edición
del club de Lectura “Con mucho gusto” el texto a comentar fue La amiga estupenda, de Elena Ferrante (Lumen,
2011).

La
amiga estupenda                                                                                  

Como
siempre, Lila se pasa, he pensé.

   Estaba ampliando hasta la
exageración el concepto de rastro. No solo quería desaparecer ella, ahora, con
sesenta y seis años, sino borrar además toda la vida que había dejado a su
espalda.

   Me dio mucha rabia.

   Veremos quién se sale con la
suya, me dije. Fue entonces cuando encendí el ordenador y me puse a escribir
hasta el último detalle de nuestra historia, todo lo que quedó grabado en la
memoria”.

 

         De esta forma se abre
ante el lector una de las novelas más exitosas de los últimos años, firmada por
Elena Ferrante -seudónimo de la escritora y traductora italiana Anita Raja como
ella misma declaró recientemente en Twitter-, y primera de la tetralogía Dos amigas, que ha cautivado a gran
número de lectores de todo el mundo. Ayer Victoria González Riopedre fue la
responsable de su comentario. Victoria es funcionaria del Estado recién
jubilada a la que le absorben varias de sus actuales aficiones: viaja, está
aprendiendo a tocar el acordeón, y sobre todo lee. Dado que su vida profesional
se ha enfocado a la informática, empezó su intervención afirmando que lee por
sentimientos y valora cada texto en función de sus gustos personales, no bajo
parámetros científicos de la literatura. La lectura de La amiga estupenda le suscitó varios interrogantes: en qué grado es
autobiográfica y si es de autoría masculina o femenina, teniendo en cuenta que
hasta hace escaso tiempo no se sabía quién era Elena Ferrante. Y demostró ayer
que lo suyo con la literatura es algo más que afición.

         La amiga estupenda se centra en el
recuerdo que Lenù (Elena Greco) con motivo de la desaparición de su amiga Lila
(Raffaella Cerullo) conserva de una amistad que se inicia en la infancia y
llega hasta el momento de la escritura cuando tienen sesenta y seis años. En las
páginas de la novela Lenù evoca con precisión los primeros pasos de las dos
amigas, nacidas en 1944, hasta el final de la adolescencia en un barrio pobre
de Nápoles. Lila aparece ante el lector a través de los ojos de Lenù como una
persona fuerte, decidida, inteligente que sin embargo no conseguirá seguir
estudiando y finalizará esta primera parte con su temprana boda mientas que
Lenù, aun sintiéndose inferior y muy condicionada por Lila, seguirá con sus
estudios hasta conseguir metas de carácter intelectual difíciles en las
condiciones de vida en las que a ambas les toca vivir. Su relación será de
amistad, pero condicionada por la competitividad, los celos, y las constantes
variaciones que ambas experimentan durante esos primeros años derivadas de sus
propias capacidades y determinadas por las oportunidades de cada una. La
familia y la escuela, con sus métodos didácticos, son descritas con exactitud y
son el eje sobre el que gravita la vida de las dos amigas.

         Victoria
en su presentación señaló cómo la vida que se retrata en estas páginas, con la
dureza que otorga la pobreza, que provoca incultura, el difícil acceso a los
estudios o la violencia puede ser reflejo no sólo de un barrio napolitano de
mediados de siglo XX sino de otros muchos barrios de otros tantos lugares, definidos
por la necesidad.

         Desde
el punto de vista literario, la novela está escrita en primera persona; se
trata de un único punto de vista interno en el que todos los acontecimientos,
personajes y espacios están evocados a través de los recuerdos y la voz del
personaje de Lunú en su afán de relatar su relación con Lila. En los
comentarios de los participantes se señaló que se trata de una novela de
aprendizaje en la que vemos la evolución de las dos amigas desde la infancia
hasta el final de la adolescencia desde todos los puntos de vista: desarrollo
físico, emocional, afectivo y social en los que la familia, la escuela y el
entorno resultan determinantes. La autora ha encontrado la voz y ha tenido el
acierto de mostrar con escasas concesiones a los momentos felices, las
transformaciones que estos dos personajes van experimentando en su recorrido
vital con todos sus matices. Por eso, esta historia y su forma de ser narrada
se han relacionado con un nuevo neorrealismo, que procedente de la
cinematografía italiana de mediados del siglo pasado, muestra especial
motivación en presentar la realidad triste y gris del género humano con
objetividad. En el caso de La amiga
estupenda
, las difíciles condiciones de vida del barrio en el que Lila y
Lenù se desarrollan están moldeadas con un estilo sencillo pero seco, sin
licencias sentimentales, en el que sobresale la descripción de los espacios en
los que late la vida de sus habitantes.

         La amiga estupenda inicia una tetralogía
que da cuenta de una experiencia vital, la de dos mujeres y su desarrollo hasta
la edad adulta, en la que su autora ha desplegado un estilo literario de gran
calidad y un trasfondo argumental esencialmente humano. Victoria ayer nos la
trajo a los lectores con la invitación a leerla completa, ya que en esta
primera parte se demuestra que en ocasiones, la calidad no está reñida con el
éxito.

El viajero del siglo. Andrés Neuman

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Miércoles, 19 de abril de 2017

Para mí ha sido un placer poder proponer y presentar la novela El viajero del siglo de Andrés Neuman en el club de lectura “Con mucho gusto” de la Biblioteca Reina Sofía. Agradezco mucho a Susana Gil-Albarellos y a Carmen de Miguel, directora y coordinadora respectivamente, su invitación a este encuentro para hablar y disfrutar de la lectura de la novela elegida.

La elección de la novela El viajero del siglo, ha sido por motivos sentimentales: los buenos recuerdos de un viaje por Argentina y el posterior regalo de la novela -por parte de mi mujer- me recordaron la primera vez que nos topamos con el joven y magnífico escritor Andrés Neuman en una librería de Buenos Aires.

 Andrés Neuman nació en 1977 en Buenos Aires, aunque a los 14 años su familia emigró hacia España por motivos políticos y se afincó en Granada, donde estudió Filología Hispánica y allí fue profesor de literatura hispanoamericana.  Pertenece a una nueva generación de escritores hispanoamericanos que proyectan su literatura hacia el continente europeo y su problemática, y se le considera uno de los escritores españoles más europeos. A los 22 años publicó su primera novela Bariloche, y desde entonces no ha dejado de publicar ni de escribir. Sus siguientes novelas fueron: La vida en las ventanas, Una vez Argentina, El viajero del siglo (premio Alfaguara en el 2009) que será la novela que le supone una gran proyección internacional y Hablar solos, Eterna cadencia, Hacerse el muerto –libro de cuentos-. También escribe poesía, en su libro Década reúne todos sus poemas publicados hasta hoy,  y su blog Microrréplicas ha sido recientemente premiado.

El viajero del siglo es una novela ambiciosa que propone volver a mirar el siglo XIX con la perspectiva del XXI. Hans está buscando una posada para pasar la noche y detiene su coche de caballos en Wandernburgo, una ciudad entre Sajonia y Prusia. Decide quedarse un día más y, al día siguiente en la Plaza del Mercado, se fija en un anciano muy especial que toca el organillo y esto va a hacer demorar la marcha de Hans. A partir de ese momento conocerá a Sophie, en las tertulias de los viernes en el salón de la casa de esta mujer, y se verá atrapado por lo que siente por ella. Se desatará un amor memorable, que agitará por igual camas y libros; y un mundo imaginario que condensará, a pequeña escala, los conflictos de la Europa moderna.

Antes de comenzar con el análisis de la novela, expuse porque Andrés Neuman decidió escribir esta novela: a raíz de la traducción del alemán del libro de poemas Viaje de invierno, del desconocido poeta alemán Wilhelm Müller, que se ha dado a conocer gracias a la música de Schubert. Y, a continuación, destaqué lo que más me ha llamado la atención de El viajero del siglo. Para mí hay algo que está por encima de todo: esta novela es un verdadero y magnífico homenaje a la estética y a la literatura del Romanticismo europeo, y también un magnífico retrato de la historia y de la sociedad de la Europa posnapoleónica. Además estamos ante una novela enciclopédica, compleja, llena de cultura y de reflexión, llena de riqueza lingüística y literaria. Una novela que engloba toda la variedad de textos y de discursos, una novela polifónica con diferentes voces narrativas que aportan reflexión y diferentes modos de entender y ver el mundo, una novela llena de filosofía, de teoría literaria, de historia y de literatura.

Además de todo lo anterior, destaqué varios ejes importantes que configuran la arquitectura de esta novela. En primer lugar, la importancia del viaje y del viajero, ya desde el título de la novela, hasta el final de la misma. Para mí el autor con esta novela nos adentra en toda una reflexión sobre los efectos que produce el viaje y los motivos por los que viajamos,  la persona que huye para encontrar algo en otro lugar, o los que viajan para ser más libres o para crecer de forma personal; viajar para tener la posibilidad de potenciar la creatividad, viajar sin pensar en el destino, en la duración o en el motivo.

Otro eje fundamental son los acontecimientos históricos de la Europa posnapoleónica: época en la que Napoleón fracasó y Europa estaba inmersa en una crisis de identidad, y de valores, (muy similar a lo que sucede hoy en día) que  se dará lugar a gobiernos conservadores. Aquí destaqué los paralelismos de la Europa del siglo XIX y la actual: el descontento y el desencanto de lo que Napoleón prometió –constituciones, libertades y derechos acaba siendo absolutismo, gobiernos conservadores, fracaso de las revoluciones…, esto es lo que sucede hoy en día: el choque entre los proyectos políticos y el desencanto de los ciudadanos está provocando giros extremistas y poca confianza en la Unión Europea que puede destruir Europa y ya la está haciendo tambalear.

Junto a la historia, destacamos la intrahistoria en la novela: a través de los pequeños detalles como el birrete jacobino que llevaba Hans –símbolo de la revolución- o los muebles de la época Biedermeier de la casa de Sophie, símbolo de una familia y una época de una Alemania conservadora.

También destaqué a los personajes: en primer lugar, a la ciudad de Wandernburgo, un personaje más, una ciudad inventada, una ciudad móvil situada entre Dessau y Berlín que es símbolo de todas las ciudades. Una ciudad que cambia con las estaciones y según el momento del día en el que nos encontremos. Dentro de esa ciudad, destaqué dos espacios por encima del resto: el salón de la casa de los Gottlieb, donde la clase alta de la ciudad, todos los viernes, celebraba las tertulias políticas, culturales e históricas y la cueva donde vivía el organillero, donde tenían lugar los debates entre los desfavorecidos, sobre los jornaleros y los pobres. Ambos espacios reflejan muy bien cómo estaba configurada la sociedad alemana de la época.

Todos los personajes están vivos, son humanos, están muy bien perfilados, y tienen personalidades muy diferentes, que nos hacen experimentar diferentes sensaciones: antipatía, ternura, desconfianza, aceptación…

En penúltimo lugar, hice una breve referencia a la importancia de la música en la novela (hay que tener en cuenta que Neuman es hijo de músicos), música que en un primer lugar atrapa a Hans y música que va a estar presente a lo largo de toda la historia. La música está siempre presente en los debates de los viernes, en la cueva del organillero y en la Plaza del Mercado dando vida a la ciudad.

No me olvidé de la intensa y apasionada historia de amor entre Hans y Sophie, cargada de poesía y erotismo; a través de ella se nos pone delante gran parte de la poesía europea del siglo XIX, además de todo un método de traducción e interpretación de la poesía y de la literatura.

Y finalicé mencionando el sorprendente final y con el sentido que, para mí, tiene el alegato final que el narrador realiza al viento. En mi opinión, el viento es símbolo de renovación de todo, de purificación, y también de incertidumbre…y después del viento ¿qué pasará en la ciudad de Wandernburgo? ¿Qué pasará en la vida de los personajes? ¿Qué pasará en Europa?…

Realizada la visión personal -ya que la novela es tan rica y tiene tantas cosas que comentar- se abrió la participación de los asistentes. Hubo intervenciones interesantes, en las que se destacaron:

En primer lugar se dialogó sobre la literatura y la riqueza lingüística de la novela, que es una novela compleja que tiene de todo: contiene toda la literatura y filosofía del siglo XIX, incluso se remonta a la Ilustración y al Barroco. Se habló sobre la visión literaria que se realiza sobre todo del Romanticismo alemán y francés, y la crítica literaria que aparece en cuanto a la creación literaria alemana frente a la literatura francesa, de esta última se señaló que es la auténtica literatura, y también se aludió al hecho de que Francia no tiene un Shakespeare, ni un Goethe, ni un Cervantes, ni tampoco muchos premios Nóbel, pero tiene verdaderos creadores literarios, auténticos literatos.

Varios de los asistentes debatieron sobre el viaje y su importancia en la novela. Se destacó el viaje interior que realiza el personaje –Hans- a lo largo de toda la misma, según se va encontrando en diferentes situaciones y con diferentes personajes. También se habló de que hay personajes –como el organillero- que no viajan físicamente, aunque en cierto sentido sí lo hacen de forma interior: con los cambios que hay en la ciudad, con el contacto con la gente…Enlazando con la idea del viaje que aparece en esta novela y, haciendo mención a Viajar sin ver  otra obra del autor que trata sobre cómo viajamos en la actualidad, se comentó que hoy viajamos sin ver y, a veces, sin saber dónde viajamos, y por supuesto, sin conocer los lugares ni su cultura, solo tomamos fotos rápidas y viajamos por el hecho de decir que viajamos.

Algo importante sobre lo que se debatió fue sobre la importancia de los acontecimientos históricos en la novela, y se discutió sobre la fecha concreta en la que se podían estar llevando a cabo. Había contertulios que no tenían claro que los sucesos fuesen entorno a un año en concreto, se especuló con la idea de que los sucesos se enmarcaran en la década de los 30 -dentro del siglo XIX-; y, en torno a lo anterior, se expuso la posibilidad de que la fecha concreta estuviese poco clara debido a que el autor hubiese querido que fuera así. Esto podría ser un juego narrativo, que formase parte de la incertidumbre de la Europa de la época y sobre todo de la incertidumbre de la zona de Prusia y Sajonia. Se comentó que esos acontecimientos nos trasladan a la época actual: conflictos entre países europeos, diferencias económicas y de fronteras, emigración y exilio, diferencias políticas, el papel de la mujer…

También se destacó el análisis que el autor realiza de los espacios interiores, incluso la importancia de los movimientos sutiles que realiza Sophie a la hora de moderar las tertulias de los viernes. Sus movimientos con el abanico, su forma de mirar y de tocar, de coger la taza de té o la bandeja, su forma de caminar y de moderar las tertulias… En este momento, se destacó que fuese una mujer la moderadora de las tertulias, ya que en esa época la mujer no tenía ese papel tan relevante en esos espacios, ni tampoco en la sociedad.

Varias de los asistentes destacaron lo bien que están definidos los personajes –se hizo referencia a que tienen influencia de Galdós- y la importancia del significado de sus nombres (Wandernburgo –ciudad que camina- Sophie –la sabiduría-, Ratztrinker –alcalde alcohólico-, Pigherzog –duque cerdo-, Mietter –inquilino-…). En este punto algunos de los asistentes realizaron una crítica a la construcción de los personajes: se comentó que los personajes son pocos para la extensión de la novela, para lo que ahí sucede y que son planos, prototípicos y previsibles; y, también, se comentó que no gustaba mucho como se había construido y presentado el personaje del organillero, que se presenta como un personaje demasiado perfecto dentro de un mundo marginal e imperfecto del que él está rodeado.

En definitiva, una novela tan extensa, tan rica y tan compleja que dio lugar a muchas y diferentes opiniones. Algunas críticas hicieron mención a que hay partes de la novela que se podrían suprimir, como por ejemplo la novela policíaca que aparece en un momento de la narración en la que se inculpa al profesor Mietter, y también alguna parte de las casi 160 páginas de ensayo literario que provoca que la novela sea demasiado lenta.

Ya hacia el final de la agradable tertulia literaria, Eva Ortiz nos sugirió que leyéramos el cómic Las calles de arena de Paco Roca, un personaje de hoy atrapado en las calles de un barrio del que no puede salir; ya que puede tener cierta relación con la lectura que hemos estado comentando. Y Carmen de Miguel nos recomendó visualizar la película El gran Hotel Budapest, donde se nos muestran las luces y las sombras de la Europa de la primera mitad del siglo XX.

Para finalizar se animó a los asistentes a leer otras fantásticas novelas de este joven y talentoso escritor del que ya se anuncia como una de las voces narrativas más importantes del siglo XXI.

                                                                   Evangelina Moral Padrones

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El libro de Job. La Biblia

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Jueves 16 de marzo de 2017

El club de Lectura “Con mucho gusto” celebró su sesión
mensual de marzo con la lectura y comentario del Libro de Job.

Libro de Job

Dentro de la variedad que presentan los textos comentados en las
reuniones de los lectores que formamos el Club de lectura de la UVA -consecuencia
del sistema de elección de los mismos por invitados que nos visitan cada mes-,
no podía ni debía faltar alguno de tema religioso y gracias a Sixto Castro ayer
por fin tuvo lugar dicho momento. Sixto José Castro es profesor de “Estética y teoría
de las artes” de la Universidad de Valladolid; reconocido docente y prolijo y
profundo investigador eligió para su visita el Libro de Job, libro fundamental dentro de los que integran el
Antiguo Testamento.

En su presentación Sixto señaló que durante un periodo de tiempo
fue profesor de “Estética y teoría de la religión”, materia en la que el tema
del mal es central, por lo que ha tratado este gran asunto en profundidad desde
los más variados puntos de vista: filosófico, ético y moral, religioso y por
supuesto, artístico. El Libro de Job
trata del gran conflicto que se plantea al hombre cuando intenta dar respuesta
al sufrimiento del justo por lo que el tema fundamental de Job no es sino el
problema del justo que padece, y en consecuencia, del mal. El Libro de Job se articula en una
estructura relativamente sencilla: se inicia con un capítulo inicial en prosa
en el que a modo de prólogo se enmarca la acción principal; en él Satán reta a
Dios a hacer sufrir a Job, hombre justo que posee todo en la vida, para
comprobar su amor a Dios. De este modo, Job se verá despojado de todos sus
bienes, contraerá la lepra y será expulsado de la ciudad. Empieza aquí la parte
central del libro, en la que a lo largo de 31 capítulos en modo versal tres
amigos de Job –Elifaz, Bildad y Sofar- intercambian un diálogo en tres bloques
en el que cada interlocutor apela a Job para que recapacite y piense el porqué
de su pecado. Job insistirá en su inocencia hasta tal extremo que llega a
maldecir su propia vida, el momento de su nacimiento e incluso convocará a Dios
a un juicio en el que muestre su culpabilidad. En esta parte de diálogo con los
tres amigos, el libro insiste en las mismas premisas: que Job se muestre
culpable. Pero los amigos no saben darle razones de su pecado, a pesar de sus
intentos. Hay por tanto en todo este bloque la imagen de un Job no paciente,
como la tradición nos ha desvelado, sino un hombre que ante la injusticia de su
condena se rebela ante Dios.

Tras un capítulo de transición (el 28) en el que se cantan las
bondades de la Naturaleza creada por Dios aparece un joven, Elihú, que ha
escuchado a los sabios amigos de Job y aunque no soluciona el problema del mal
sobre Job si empieza a enfocar el asunto por otra vía, puesto que los amigos de
Job no han sabido responder a Job ante su desgracia. En esta parte el lector
asiste a la defensa de la incomprensibilidad de Dios, de sus actos y de sus
obras, y en consecuencia, la falta de explicación acerca del mal y su
existencia empieza a ser entendida. Finalizando el libro, en el capítulo 38,
Dios habla a Job y le interpela a través de una serie de interrogaciones que
muestran de nuevo la capacidad de la creación de la naturaleza y sus especies, en
definitiva, de la grandeza de su misterio; Job finalmente se retracta, se
arrepiente y en un epílogo en prosa el libro termina con la restitución a Job
de todas sus riquezas y familia. El justo ha sido puesto a prueba y una vez
“desnudo” ha entendido por fin que el mal no tiene explicación.

Sixto explicó cómo el texto de Job no da una explicación
convincente al gran problema del justo que sufre; de hecho los amigos de Job
intentan defender la postura tradicional del judaísmo en la que el justo es
premiado, pero esta explicación no resulta válida porque Job insiste una y otra
vez en su inocencia hasta el punto de que en un determinado momento pide volver
atrás.  El hombre se presenta aquí como
una instancia mínima en la creación que trata sin éxito de encontrar una
explicación al mal, al sufrimiento sin sentido.

Muchas opiniones suscitaron los enormes problemas que plantea el Libro de Job, empezando por el tema
nuclear del texto ¿por qué existe el mal? A partir de esta gran pregunta, los
lectores expusieron las distintas respuestas con las que el hombre ha intentado
comprender lo incomprensible a lo largo de los tiempos, porque el gran tema del
mal está presente en el hombre desde el principio de los tiempos. Otros asuntos
relacionados se mencionaron, como la teodicea o la búsqueda filosófica de la
existencia de Dios, el uso pedagógico del mal, el gran silencio de Dios, la
“noche oscura” o el premio al virtuoso. Se expusieron, como parecía que
invitaba el tema, las diferentes posturas que asumimos también nosotros ante el
sufrimiento sin causa (catástrofes naturales, enfermedad, muerte…), así como la
certeza con la que concluimos la sesión de que efectivamente el tema del mal
que presenta el Libro de Job es
universal y eterno y no tiene explicación teórica posible.

Sixto con su mucho saber nos ilustró su intervención con películas
y textos filosóficos y literarios que han tratado el gran problema del mal,
como sucede entre otros ejemplos en algunas películas de Woody Allen y de forma
muy clara en las novelas de Dostoievski, especialmente en Crimen y castigo y Los
hermanos Karamazov
. Fue sin duda la de ayer una sesión intensa, profunda,
que invita a la reflexión y que gracias a Sixto J. de Castro se vio ampliamente
instruida.

Imagen superior: 

Job Mocked by His Friends the Musée Condé, Chantilly. Job, sa feme et ses amis.

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