Edipo Rey. Sófocles

Miércoles 17 de enero 2018

Comenzamos
nuevo año y seguimos en la sexta edición del Club de Lectura “Con mucho gusto”,
con sede en la Biblioteca Reina Sofía. Dentro de la variedad de lecturas a la
que ya estamos acostumbrados, esta vez hemos retrocido en el tiempo, hasta
llegar al siglo V a.C. y la obra que marca el inicio de la tragedia griega: Edipo Rey, de Sófocles.  

Edipo Rey

Nuestra invitada ha sido María José
Bermejo, catedrática de griego en el IES Emilio Ferrari de Valladolid, donde
además de griego, también da clases de alemán. Gran conocedora de esta obra, la
ha leído en incontables ocasiones e incluso la tradujo del griego en el cuarto
año de sus estudios universitarios. Edipo
Rey
es su obra favorita, la tragedia perfecta. “Cuando traduces una obra, te enamoras de ella”, y esto es lo que
nos ha transmitido en este encuentro.

Sófocles nació hacia el 497 a.C. y
vivió en Atenas, donde fue parte activa de la vida política de la ciudad.
Escritor prolífico, participó en treinta certámenes teatrales y obtuvo el
primer premio en cerca de veinte ocasiones.

La obra que nos ha presentado María
José narra la historia de Edipo, siendo rey de Tebas y estando casado con
Yocasta. Para salvar a la ciudad de la peste, consulta el oráculo de Delfos y
la respuesta es: hay que vengar la muerte del rey anterior, Layo. Edipo inicia
la búsqueda del culpable con gran empecinamiento sin imaginar el destino final:
él fue el asesino, sin saber que Layo era su padre y que, por lo tanto,
Yocasta, su esposa actual, es su madre biológica.

Estamos ante la primera historia
policíaca de la literatura, que además bebe de las fuentes de la cultura
popular, nos explica María José. Esto se aprecia en los nombres de los
personajes, son nombres parlantes, que nos hacen ver que esta historia ya
existía antes de escribirse la tragedia: Edipo, “el de los pies hinchados”;
Yocasta, “la famosa por su hijo”; Layo, “el zurdo”; Polinices, “el pendenciero”,
entre otros. Era una tragedia que emocionaba al público a pesar de que la
historia era ya conocida. Hay una teoría no demostrada que dice que este mito
está tomado de una historia similar egipcia.

En Edipo Rey se tratan varios temas:
el destino, el incesto, el parricidio, el arriesgado poder del conocimiento, el
designio de los dioses. También ha tenido diversas interpretaciones a lo largo
de la historia, destacando estas cuatro:
la inectubilidad del destino, la demostración del poder de los dioses,
la narración por parte del autor como una obra de arte literaria y, finalmente,
la grandeza del hombre, bueno y malo a la vez, perseguidor de la verdad pero
capaz de aguantar con dignidad las consecuencias de sus actos.

Después de la primera presentación
por parte de nuestra invitada, los participantes contaron las impresiones ante
la lectura de esta obra, de vocabulario complejo, tan conocida pero casi nunca
leída. Lo primero que se destacó fue el tema de las profecías autocumplidas: si
no hubiéramos sabido el devenir que nos espera, no lo habríamos “facilitado”,
algo en lo que no todos estaban de acuerdo. Por otro lado se señaló el
“determinismo”, parece imposible escapar del destino. Algunos participantes
pensaban encontrarse con la historia más centrada en el parricidio y el
incesto, pero se encontraron con que esos hechos ya han pasado y no es la parte
principal de la narración.

Al hablar de los personajes, surgió
la duda de la importancia que tenía el coro en la tragedia griega. María José opina
que el coro no aporta nada sustancial a la obra, ni siquiera están en el mismo
dialecto griego que los diálogos. Pero a la hora de representarla, las voces al
unísono dan emoción a la interpretación. Sin embargo, los demás personajes
secundarios tienen más importancia de lo que parece, pensemos por ejemplo en el
pastor, que es quien recoge a Edipo niño.

Otra pregunta que surge es si hay
algún dato histórico en la obra. Y sí, la peste que asoló a la ciudad de Tebas
fue real.

Por supuesto, también sale a relucir
la repercusión de Edipo Rey en la teoría psicoanalítica de Freud, así como en
la literatura, la pintura, el teatro, el cine.

María José lamenta la poca presencia
de los autores clásicos en la educación, aunque destaca la oportunidad que
supone en la actualidad el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida
para estas obras.

Los últimos versos de “Edipo Rey”, en boca del coro, reflejan
la moralina de la historia de Edipo, el héroe que pasó de la felicidad al
hundimiento:

“De modo que nunca consideréis dichoso a ningún mortal hasta ver su
último día, hasta que no llegue el fin de su vida sin haber padecido
sufrimiento.”

Terminamos agradeciendo a María José su
participación en nuestro club y el habernos llevado tan atrás en el tiempo,
haciéndonos ver cómo Sófocles y la tragedia griega han pervivido e influido en
distintos ámbitos sociales de los siglos posteriores llegando hasta nuestros
días.