Los Desorientados. Amin Maalouf

Jueves 15 de diciembre de 2016

En
el tercer encuentro de esta edición del club de Lectura “Con mucho gusto” el
texto a comentar fue Los desorientados,
de Amin Maalouf (Alianza,2012).

Los desorientados

Hay
ocasiones en las que un libro, del género que sea, influye en el lector de
forma más profunda que otros, debido en parte a los gustos personales, pero
también a las características del propio texto. Y eso es precisamente lo que
movió a Mercedes Rodríguez Pequeño a elegir Los
desorientados
sin vacilación cuando el Club le propuso que viniera a
presentar un libro. La mucha lectura y el constante estudio de los principios
que sostienen el arte literario, ambas presentes en Mercedes como profesora de
Teoría de la Literatura con amplísima experiencia, no le han restado capacidad
de sorpresa, de admiración y de emoción ante una novela que como ella misma
señaló, tiene más que ver con lo profundo del ser humano que con la acción
externa que rige muchas de las tramas de la narrativa actual.

El
escritor libanés afincado en Francia Amín Maalouf, después de una exitosa
carrera literaria ampliamente reconocida, publica en 2012 la novela que comentamos,
Los desorientados, de tintes
autobiográficos y muy conectada con los males que asolan el mundo contemporáneo.
La trama es aparentemente sencilla: ante la proximidad del fallecimiento de un
amigo de juventud Adam, profesor de historia en París decide volver a su país
natal tras 25 años de ausencia por la guerra que en los setenta asoló esa
tierra, atendiendo al aviso de la esposa de su amigo. A su llegada el amigo ha
fallecido, pero el reencuentro con la geografía física y emocional de su tierra
natal y la nostalgia del tiempo pasado le animan a convocar un encuentro con los
que fueron y son sus amigos en sus años de estudiante y cuya huella sigue muy
presente. A partir de aquí la novela alterna distintos discursos entre los que
sobresale el epistolar, en las cartas que Adam envía a sus antiguos amigos para
convocarlos a dicho encuentro y en las respuestas de estos, el diario del
propio Adam y la voz de un narrador omnisciente que sitúa en espacio y tiempo
los días en los que se desarrolla la historia.

En
su presentación Mercedes señaló que lo predominante en este texto es el
análisis de los comportamientos y de los sentimientos, ya que es una novela que
habla de las diferencias, de la culpa, de los fanatismos, de la religión pero
también de la tolerancia, de la amistad, del amor y de la belleza, en
definitiva de la vida. Cada uno de los amigos que son reclamados por Adam
presenta unas características muy particulares que vienen determinadas por su
bagaje vital; de ahí que se analice la trayectoria de quienes se quedaron en el
país -Líbano nunca mencionado en las páginas del texto-, los que tuvieron que
huir y se asentaron en distintos lugares del mundo, los que se apartaron de
forma espiritual aunque no física, los que se perdieron en corrupciones y en luchas
radicalizadas, y las mujeres, estas sí, presentes y determinantes en la
trayectoria de los amigos… En todos los casos se habla de pérdidas, de la vida
como una prueba ante las pérdidas de diferente tipo que todo ser humano
experimenta a lo largo de su biografía y que son determinantes en lo que
finalmente somos y cómo nos comportamos. Y como señaló Mercedes, sin que el
autor ofrezca solución alguna puesto que en la novela presenta conductas
profundamente humanas ante las dificultades, pero no toma partido ofreciendo al
lector una ventana abierta a la reflexión.

Los
participantes de ayer hicieron referencia a muchos pasajes concretos de la
obra, al análisis de los distintos personajes y sus circunstancias, al
inevitable final de la novela, a la memoria de las emociones que sustenta el
relato, a la sintonía con el protagonista que necesita escribir para pensar,
sin olvidar también los nombres que otorgan la identidad siendo Adam humanidad
naciente y extinguida. Y los “desorientados” que da título a la novela que hace
referencia a los que se fueron, a los que se sienten culpables y extraños por
el abandono de la patria, pero también a aquellos que forman parte de una
generación que se perdió por la guerra.

Novela
de emociones, intensa, que invita al lector a implicarse, a replantearse muchas
cuestiones vitales que vemos en el mundo actual y que ayer Mercedes Rodríguez
Pequeño nos sirvió generosamente para deleite literario y reflexión navideña,
ahora que se nos echó encima.

Burbujas de arte y matemáticas. José Chamoso, Inmaculada Fernández, Encarnación Reyes.


Jueves 20 de octubre de 2016

El club
de Lectura “Con mucho gusto” ha puesto en marcha su 5ª edición con nuevos
participantes que se han unido a los veteranos y con un nuevo libro para
comentar, Burbujas de arte y matemáticas,
de José Chamoso, Inmaculada Fernández y Encarnación Reyes (Nivola,2009).

Burbujas de arte y matemáticas

           Encarnación
Reyes, profesora de Matemáticas en la Escuela de Arquitectura de la Universidad
de Valladolid y una de las autoras del texto, fue la encargada de presentar el
libro. Burbujas de arte y matemáticas
es una obra difícil de clasificar; se trata de un texto aparentemente de
divulgación cuyo propósito es la aplicación de las matemáticas, de la
geometría, al arte, en este caso a construcciones arquitectónicas emblemáticas
de Castilla y León. Así, a lo largo de trece capítulos, el lector va
descubriendo la importancia de las matemáticas en la planificación y creación
de la Plaza Mayor de Salamanca, del Palacio de Santa Cruz de Valladolid, del
Alcázar de Segovia, de las catedrales de Burgos y Palencia y de otras tantas
obras de Soria, Ávila o Zamora, arquitecturas que los autores del libro van explicando
a la luz del estudio geométrico de arcos, cruces, estrellas, teselados,  superficies o fractales. Este objetivo de
divulgación del libro es reforzado por la forma dialogada en la que dos amigos,
Jose y Bill (español uno e inglés el otro) van analizando a través de su diálogo
y de su viaje por las correspondientes ciudades de Castilla y León todas las
estructuras arriba señaladas; además portan un maravilloso libro que conecta lo
estudiado aquí con otros edificios o estructuras de diversas partes del mundo.

           En la tarde
del miércoles, Encarnación fue para la mayoría de nosotros no sólo una de las autoras
del libro sino principalmente maestra por su extensa y amena explicación de la
confluencia de las ramas del conocimiento, en este caso arte y matemáticas, ya
que su presentación fue clarificadora de un texto que a pesar de su propósito
de cercanía al gran público, resulta complicado para aquellos que como quien
estas líneas escribe, poco o nada sabe de geometría ni de matemáticas en
general. Su presentación fue muy concluyente al afirmar que las matemáticas
presiden todo en la vida, lo natural y lo creado por el hombre, y en concreto
en el caso que nos ocupa, son el centro de la creación artística. Con ayuda de
la proyección de diversas diapositivas, nos reveló la importancia de comprender
esta presencia necesaria en el arte para convertirnos en “turistas matemáticos”,
capaces de proyectar otra mirada ante la obra artística.

           Los lectores
tuvimos la oportunidad de entender esa relación arte y matemáticas en edificios
muy conocidos por nosotros, por los que alguno pasamos a diario, con lo que el
propósito de Encarnación creo que se cumplió: después de su magnífica
exposición, será difícil que al volver a contemplarlos no pensemos en esa
dimensión científica que ayer tuvimos el privilegio de conocer.

Y más allá del propio texto, el debate se desarrolló de forma
animada, puesto que fue excepcional que en este club de lectura leamos un texto
no literario sino un híbrido entre las ramas del saber, entre la ciencia y la
creación, entre las matemáticas y el arte, por lo que el intercambio entre los
presentes derivó entre los que defienden la integración de las materias
académicas para conseguir un conocimiento más completo en la educación frente a
los que insisten en cierta pureza entre las ramas del conocimiento. No hay que olvidar que los participantes del club
pertenecen a distintos centros de la UVa y distintas áreas científicas, además
de distintas edades, y eso se reflejó en el debate.

En cualquier caso, fue una tarde especial por lo que tenía de
novedad y lo que tuvo de aprendizaje. Gracias a Encarnación porque a pesar de
su ingente producción científica pone su saber y su tiempo al servicio de un
propósito que en ocasiones se olvida, sobre todo entre los docentes, como es
difundir con rigor,  amenidad y
entusiasmo esos conocimientos y volcarlos con entrega a la sociedad.

Otra información:

. Vídeo de la Conferencia impartida por Encarnación Reyes en el marco de la exposición “MÁS ALLÁ DE LA MANO: INSTRUMENTOS DE MEDIDA Y CÁLCULO”:
Compás de proporción -sector francés, sector inglés, pantómetra-, de reducción y áureo. Publicado por el Servicio de Medios Audiovisuales de la Universidad de Valladolid.

. Reseña de la Conferencia impartida por Encarnación Reyes en el marco de la exposición “IMAGINARY”. Publicada por la Agencia Iberoamericana Para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología: http://www.dicyt.com/viewNews.php?newsId=20965 

Imaginary en Valladolid

Nos vamos de vacaciones

Como siempre, con la rapidez que pasan las cosas que nos hacen disfrutar, hemos llegado al verano, después de haber leído los 10 libros presentados por otros tantos invitados: Casilda, Mª Angeles, David y Luis, Claudio, Soraya, Mauricio, Angel, Chelo y Fernando, Angelina y Mario, ¡muchas gracias a todos!

Habéis hecho posible estos encuentros que tienen dos objetivos básicos: fomentar la lectura y crear lazos entre personas de la Universidad de Valladolid, pertenecientes a distintos centros y grupos profesionales. Pero además, hemos conocido un poco más de vosotros a través de los libros que nos habéis traído (en algún caso, vuestros propios libros). Muchas gracias por haber compartido unas horas de vuestro tiempo con nosotros.

Gracias a los participantes que disfrutan con nosotros de los encuentros, ¡algunos desde la primera edición!

Y gracias a la profesora Susana Gil-Albarellos, hilo conductor del entramado literario que nos ha juntado una vez al mes en el Espacio Abierto de la Biblioteca “Reina Sofía”.

Esperamos poder presentar un nuevo programa para el curso 2016-2017. En ello estamos.

Mientras tanto ¡feliz verano y hasta septiembre!

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Las puertas del paraíso. Nerea Riesco


Jueves 17 de marzo de  2016

El club
de Lectura “Con mucho gusto”, con sede en la Biblioteca Reina Sofía, tuvo el miércoles 16 de marzo un nuevo encuentro, esta vez con una novela de Nerea Riesco, Las puertas del paraíso (Grijalbo, 2015).  

Las puertas del paraíso

           La persona
encargada de elegir y presentar esta novela fue Ángel Poncela, jubilado de
sector industrial, en concreto de la rama de Química, que ha visto en su
jubilación la oportunidad de seguir enriqueciendo sus conocimientos y forma de
vivir asistiendo, hace ya unos años, a la Universidad Permanente Millán Santos
y a la Universidad de la Experiencia, en las que ha sido y es un activo como
estudiante y como participante en las diferentes actividades que en ellas se
organizan.

           Ángel nos
introdujo de forma muy completa y brillante en la autora y su obra. Las puertas del paraíso es una novela de
la joven escritora Nerea Riesco, y con ella se adentra en un tipo de literatura
que combina de forma eficaz amor, aventura, amistad, traición y sobre todo,
historia. Todo ello en un texto de gran extensión en el que la prosa fluye con
facilidad. Las puertas del paraíso relata
la historia de un personaje, Yago, en la España convulsa de la conquista de
Granada. Contada en primera persona cuando el personaje es un hombre adulto y
vive asentado en territorio musulmán con su familia, la historia comienza con
su nacimiento en Valladolid, la muerte de su madre en el parto y su ceguera,
puesto que el personaje es invidente. A partir de estas circunstancias vitales
Yago viajará con su padre –cocinero de los Reyes Católicos- por la España
cristiana y musulmana de finales del siglo XV, en la que conocerá el mundo
desde su ceguera. Las diversas aventuras por las que pasará, en las que los
personajes se hallan claramente definidos en buenos y malos, junto con el amor,
primero la fascinación por Concepción y después, ya en territorio musulmán, el
amor auténtico por Nur, hermana de Boabdil, configuran una narración amena,
fluida y muy del gusto de la novela actual en alguna de sus variantes
temáticas.

           Uno de los
elementos que más destacan en Las puertas
del paraíso
, como ayer señalamos, es el trasfondo histórico en el que se
mueven los personajes. Si bien el relato del periplo vital del Yago pertenece a
la ficción literaria, el lugar y espacio en el que se realiza contiene una gran
carga de documentación histórica de esa España de los Reyes Católicos, en su
intento y triunfo final de reconquista con la toma de Granada. En las páginas
de Nerea Riesco se adivina una muy completa y meritoria labor de documentación,
que lejos de entorpecer la trama principal de la obra, la enriquece, puesto que
está perfectamente ensamblada en el texto.

           Con todo,
ayer hubo comentarios que destacaron algunos puntos conflictivos de la novela,
sobre todo los que tienen que ver con el personaje principal, Yago, y con las
voces de la narración. En cuanto al protagonista, que en la segunda parte de la
obra recuperará la vista gracias a la maestría médica de los árabes (lamento el
spoiler), resulta difícilmente creíble en su propia concepción, ya que cuesta
creer que un muchacho ciego, nacido en un entorno social bajo y sin la figura
materna, en el siglo XV, pudiera saber, hablar y ser como se nos muestra al
lector desde el principio. Y esta objeción al personaje tiene que ver sobre
todo, con el hecho de que es él quien relata su historia. Su conocimiento de la
vida  y de las pasiones humanas, su
honestidad y su actuación a lo largo de toda la obra son tan positivas que
resulta poco verosímil. Por otro lado, el personaje vive primero en zona
cristiana, en Castilla, y después en el Al-Andalus con lo que la autora puede
mostrar historia, arte y formas de vida de ambas culturas, enriqueciendo sin
duda su texto.

           Otros
señalaron que la novela está algo cargada de tópicos y se sitúa en una época
histórica que ya nos es conocida, por la historia y recientemente por medios
audiovisuales, con lo que la capacidad de sorpresa es menor. Con todo, se
señaló la visión de un contexto conocido bajo la mirada de un ciego, de Yago,
con lo que la narración aparece envuelta en una atmósfera de cuento de hadas.

           Mucho más se
podría señalar de una novela tan extensa, en la que las aventuras de ficción
corren parejas a la circunstancia histórica, pero sea suficiente lo dicho para
recalcar que su lectura resulta entretenida. Las puertas del paraíso se inserta de lleno y dignamente en un tipo
de literatura popular, de gran aceptación por parte de los lectores, que buscan
en la literatura un  placer sin
pretensiones, que en los tiempos actuales no es poco. Gracias por ello a Ángel
Poncela, que la eligió mientras la disfrutaba en la playa.

La presencia inasible de la luz. Mauricio Herrero

Jueves 18 de febrero de  2016

En la
tarde de ayer tuvo lugar un nuevo encuentro de El Club de Lectura “Con mucho
gusto”, con sede en la Biblioteca Reina Sofía, para comentar el libro de poemas
La presencia inasible de la luz, de
Mauricio Herrero Jiménez (Visor, 2011).  

La presencia inasible de la luz

           Cuando nos
pusimos en contacto con Mauricio Herrero para invitarle a participar en nuestro
club de lectura abrigamos la esperanza de que aceptara y de que el libro
elegido fuera el suyo, La presencia inasible
de la luz
, libro de poemas galardonado con el accésit del XXI Premio Gil de
Biedma de Poesía que otorga la Junta de Castilla y León. Y así fue, después de
pensarlo y debatirse entre su propio poemario y otro de Ángel Valente,
finalmente accedió, no sin pudor, a desvelarnos las claves de su poesía en una
tarde muy fría en Valladolid, que el poeta calentó con versos y confesiones.

Mauricio Herrero es muchas cosas; su
currículum profesional lo señala como profesor de Paleografía de la Universidad
de Valladolid y ayer también vimos al poeta, al hijo, al marido, al padre, al
amigo porque nos descubrió todas estas facetas. Su intervención estuvo cargada
de emoción y sentimiento, y lejos de centrarse en el volumen de poemas con el
que acudió a nuestra cita, nos hizo un recorrido íntimo y muy personal del
proceso de creación de toda su obra, puesto que aunque solo tenga publicada La presencia inasible de la luz, su trayectoria
como escritor abarca otras obras no publicadas, cuya escritura comprende de
2005 al 2013.

Para Mauricio la escritura es una
forma de estar solo, soledad anhelada y en ocasiones hiriente que abre al poeta
al interior como una forma de conocimiento individual. Esta soledad que
requiere la escritura poética implica un tránsito, un paso para la comprensión
de uno mismo que es imposible sin el silencio. De manera que el proceso
creativo para él es un ejercicio doloroso de introspección y gozoso por la propia
creación, que en su caso se produce en determinados momentos y circunstancias.
Su poesía es testimonio de la contemplación, pero también de la dolorosa
experiencia de la propia realidad, de años de profundísimo dolor –así se
expresó- por la enfermedad de su padre y posteriormente de su madre, sumidos en
una angustiosa desmemoria. Esta circunstancia de carácter biográfico familiar
provoca en Mauricio una escritura cargada de dolor pero que descansa en la
hermosura absoluta de unos versos donde la soledad, la orfandad, el abandono y
la desmemoria se convierten en objeto artístico.

Por parte de los que allí estuvimos
hubo silencio y respeto, en la plena seguridad de que estábamos asistiendo a
una sesión especial por lo que las palabras de Mauricio tenían de confesión sincera
y desnuda, que salpicó aquí y allá con la lectura de poemas propios y ajenos.
Por eso y porque por primera vez en el tiempo de andadura del club de lectura
leíamos poesía. Las intervenciones de alguno de los participantes se orientaron
hacia cómo leer poesía, qué interpretar ante el verso  sin referente. En este sentido, Mauricio ya
había advertido que el lector es también y siempre creador, pero más en la lírica
que en otros géneros literarios, porque derivado de la intimidad del creador,
puede llegar al lector por otras vías que tienen que ver con la forma de sentir
de cada uno, por ello el poeta crea pero el lector “recrea” en un proceso de
introspección de ambos. En cuanto a La
presencia inasible de la luz
que todos habíamos leído, el autor contó la
anécdota que provocó su escritura, por encima de la que hubo un intento de
mirar desde la parte que se ve desde la sombra, desde la ceguera, y hubo quién
señaló y leyó alguno de los poemas y lo que de ellos habían sentido como
lectores.

Hoy es complicado escribir estas
líneas porque soy consciente de la intimidad con la que Mauricio desnudó su
alma para hablarnos de la creación literaria, y eso es muy difícil, sino
imposible, de reproducir o resumir. Algo sí nos quedó grabado y es el poder
evocador y sugerente de la poesía, versos que incitan a esa soledad anhelada,
doliente y hermosa que ayer experimentamos con un gran poeta y excepcional
persona. Como siempre gracias, en este caso muy especiales, porque ayer
asistimos a una reunión poética adornada con inmensas dosis de generosidad.