El quinto en discordia. Robertson Davies

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Jueves 27 de febrero de 2014

 Ayer nos volvimos a reunir los participantes del Club de lectura Con mucho gusto de la Universidad de Valladolid, con sede en la Biblioteca Reina Sofía, para comentar un nuevo libro, en este caso El quinto en discordia, de Robertson Davies. La persona invitada y responsable de la elección de esta magnífica novela fue Fernando Muñoz Box.

El quinto en discordia

Fernando Muñoz Box es profesor de Óptica en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valladolid -actualmente Colaborador Honorífico- y persona interesada en muchos y muy variados temas, como pudimos comprobar ayer. Él fue el encargado de presentar El quinto en discordia, novela que había conocido cinco años atrás y que ayer desmenuzó en sus principales elementos. En primer lugar, esta novela del canadiense Robertson Davies (1913-1995) es la primera de una trilogía, la Trilogía Deptford, haciendo alusión el título al pequeño pueblo de Ontario en el que suceden los acontecimientos primeros y decisivos.

El quinto en discordia, publicada en 1970, narra la vida de Dunstan Ramsay contada por él mismo en forma epistolar a raíz de la muerte en extrañas condiciones de su amigo de la infancia Boy Staunton. Se trata, por tanto, de un relato autobiográfico en el que el narrador y protagonista va desvelando las claves de la existencia humana: la vida, la muerte, la guerra, la enfermedad, el amor, la amistad, la religión, el circo, la magia. En definitiva, toca puntos consustanciales al hombre, pero que no siempre acostumbramos a leer en la actualidad. Todo ello representado por una prosa excelente con el aditivo humorístico cuando así conviene.

Desde el punto de vista narrativo, es muy interesante señalar que se trata de una novela circular, en la que el devenir de los acontecimientos sitúa al personaje de Ramsay en un mismo punto al comienzo y final de la obra, siguiendo el esquema de relatos clásicos. Un extraño, desafortunado y terrible suceso de su infancia, el lanzamiento de una piedra cubierta de nieve por parte de su amigo Boy a una mujer embarazada, la señora Dempster, y las consecuencias de dicho acto marcan el comienzo y el final de la obra y determinan en gran medida la peripecia vital del protagonista, quien a lo largo de sesenta años se pregunta por este hecho. Por ello será el “quinto en discordia”, personaje de unión entre los distintos hombres y mujeres que han marcado su bagaje vital: su amigo y millonario Boy Staunton y Leona, su mujer (de quien Ramsay parece estar enamorado), Mary Dempster y su hijo Paul y la enfermera Diana Marfleet, que le curará de sus heridas de guerra.

Sin embargo, cuando Ramsay ya es adulto, un profesor algo excéntrico dedicado a la hagiografía, se encontrará con dos personajes decisivos en la forma en que cierra el círculo de su existencia: el jesuita Ignacio Blazón, artífice de alguno de los mejores diálogos de la novela, y la fea Liselotte, ayudante de Paul convertido en mago, quien le mostrará la realidad de su existencia.

A pesar de ser una novela con muchos puntos de interés debido a la multitud de temas que trata, ayer comentamos de la mano de Fernando alguno de los que nos había llamado más la atención, como por ejemplo, el pueblo de la infancia de Ramsay  y sus distintas iglesias correspondientes a distintas ramas protestantes y una católica, al estudio sin freno del protagonista de los santos y su iconografía, el hecho de haber perdido una pierna en la guerra y su relación con las mujeres ( a pesar de permanecer soltero) o la descripción de las distintas personas que aparecen en el relato. Unido a todo esto, la prosa hilada con maestría por parte Robertson, erudito en cuestiones vitales y artífice de un lenguaje que atrapa desde el comienzo.

Mucho más se podría decir y sin embargo, es una obra que necesita ser leída, porque en sus páginas se respira la esencia de lo humano, que es muy difícil de resumir o definir. Finalmente y por todo ello, agradecer a Fernando Muñoz Box el haber compartido esta novela, que además, muchos de nosotros, entre los que me incluyo, no conocíamos.

Editorial El Asteroide

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