Rayuela. Julio Cortázar

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Jueves 7 de mayo de 2014

Ayer celebramos un nuevo encuentro los miembros del Club de lectura Con mucho gusto de la Universidad de Valladolid, con sede en la Biblioteca Reina Sofía, en este caso para hablar de Rayuela, de Julio Cortázar.

En esta ocasión contamos con un invitado conocido por los miembros del club que participaron en la temporada pasada, Ángel Hidalgo, puesto que también clausuró aquélla.

 Rayuela

A lo hora de escribir esta nueva entrada en el blog tengo la duda de qué camino seguir: por un lado, podría referirme a los valores de Rayuela, la magna obra de Julio Cortázar publicada en 1963, que se presenta de nuevo con total vigencia puesto que además de sus infinitas cualidades literarias, en 2014 se está celebrando el centenario del nacimiento de su autor, lo que sin duda es un doble motivo para rendirle homenaje. Pero por el otro lado, nuestro invitado de ayer, Ángel Hidalgo que como ya dije en otra ocasión es músico por afición, profesión y devoción, nos dio una clase magistral de la música contenida en Rayuela, de la que todos aprendimos y disfrutamos.

Nos contó Ángel que hay una extensa bibliografía que trata el tema de Cortázar y su relación con la música, pero -y a pesar de su extrema humildad-, no creo que pudiéramos contar con un profesor mejor documentado, más claro y didáctico de lo que fue ayer nuestro invitado, porque nos fue desvelando, rotulador en mano, las distintas fases por las que fue evolucionando la música negra desde comienzos del siglo XX hasta los años 60 en los que escribe Cortázar Rayuela, centrándose de manera especial en el Jazz y señalando los centros geográficos en los que esta música se iba desarrollando (Nueva Orleans, Chicago).  De este modo supimos que algunas partes de la novela, especialmente en los capítulos 13 al 18, la música está muy presente, pero no la música al uso o más popular dentro de cada estilo, porque como Ángel nos desveló, las menciones y análisis musicales contenidos en las páginas de Rayuela no son ni mucho menos de conocimiento habitual, ya que es una música de público minoritario concentrado en eruditos y expertos. Es decir, en Rayuela Cortázar se presenta como un sabio conocedor de una música que no era la habitual, extraña y muy muy personal.

Por otro lado, entrando ya de lleno en la novela, dos fuentes animan a Cortázar a la escritura de Rayuela, como el mismo declaró: por un lado, su cuento “El perseguidor”, por el otro, la lectura de una biografía de Charlie Parker, a quien admiraba profundamente y cuya vida le impresionó. Además, y relacionado con la música, también el autor argentino declaró que la composición de Rayuela se relacionaba con la improvisación del jazz, y sus últimos capítulos fueron redactados en un completo estado de “gracia” semejante al éxtasis del intérprete que consigue sublimar una pieza musical.

Así pues, no hablo en este caso de Rayuela y de sus virtudes literarias, porque son evidentes, ampliamente señaladas y sin posible reseña que las contenga debido a su magnitud y grandeza, y sí de la visión musical que de la obra nos ofreció Ángel, que además nos obsequió a cada uno de nosotros con un CD con las grabaciones de alguna de las piezas musicales principales contenidas en la novela. Muchas gracias.

Y con este broche de oro literario-musical terminamos los encuentros de esta segunda temporada del Club de lectura Con mucho gusto (con vinito y empanada – gracias, Carmen). Agradecer a todos, invitados y participantes, su colaboración, su disponibilidad y sobre todo, su amor a los libros. Esperemos que la temporada tercera nos traiga más y mejor del inmenso mundo de la literatura.

Muchas gracias.

Otra información:

5 razones para volver a leer Rayuela

32 frases y extractos de Rayuela

Fuente de la imagen: http://noticiaaldia.com/2014/02/rayuela-de-julio-cortazar-hoy-llega-a-50-anos-de-su-publicacion/