Grandes pechos, amplias caderas. Mo Yan

Jueves 11 de abril de 2019

      Iniciamos esta primavera con una nueva
sesión del club de lectura “Con mucho gusto”, en esta ocasión para comentar
la lectura de Grandes pechos, amplias
caderas
, de Mo Yan (1996; trd.: Mariano Peyrou; Kailas, Madrid, 2007).

Grandes
pechos, amplias caderas

           Jesús Pérez García fue el invitado
responsable de introducirnos en una de las grandes novelas de la literatura
china contemporánea. Aunque es profesor de filología alemana, su curiosidad e
interés por el mundo chino –su cultura, lengua y gentes- le llevó hace ya más
de una década a viajar asiduamente al país y a aprender el idioma (que ya
domina) y en definitiva a empaparse de dicha cultura y tradición orientales. En
tiempos recientes ha enfocado su interés en Japón, aun sin abandonar China, por
lo que se puede afirmar que es en la actualidad uno de los mayores conocedores
en profundidad de la tradición y formas de vida asiáticas. A la llamada del
club de lectura no dudó en elegir a Mo Yan y su fabulosa Grandes pechos, amplias caderas, publicada por primera vez en 1996.

Mo Yan (1955) es
uno de los escritores chinos mundialmente reconocidos pues en 2012 se le
concedió el premio Nobel de Literatura. Hasta ese momento en nuestro país había
tenido cierta repercusión su novela Sorgo
rojo
(1987), gracias a su adaptación cinematográfica, estrenada ese mismo
año. Y ahora leemos Grandes pechos,
amplias caderas
, llamativo título al español, que supone la consagración
del autor como uno de los grandes narradores del siglo XX.

           Grandes
pechos, amplias caderas
relata la historia de China del siglo pasado a
través de un personaje femenino y su especial circunstancia;  casada con un hombre estéril, dará a luz a
ocho hijas y un hijo, que condenado a perpetuar la especie, será débil,
enfermizo y obsesivo. Shangguan Lu será el eje sobre el que sucedan los
avatares vitales de una familia que simboliza y representa los vaivenes
políticos y sociales de la sociedad china. Mo Yan, a lo largo de las páginas de
la novela, va retratando una sociedad tremendamente dura y al tiempo
fascinante, en la que destaca la figura femenina de la protagonista como centro
sobre el que gravita toda la historia relatada. En una sociedad en la que la
mujer ha estado relegada a un segundo plano, sometida incluso en su aspecto físico
-a Shangguan Lu le vendan los pies para evitar su crecimiento- sorprende el
relato de toda una vida en femenino enfrentada a infinitos sufrimientos, tanto
en su vida familiar como en los vaivenes propios de la historia china del siglo
XX. Y aún con todo, la lectura de las páginas de esta obra resulta a la vez
triste, dura, conmovedora  y cómica en
una alternancia de tono admirable en el que se destacan todos los sentidos. El
narrador es el débil varón de la familia Jintong, obsesionado con el pecho
femenino hasta pasada la adolescencia, cuyo punto de vista preside la mirada de
la historia relatada.

           En su presentación, Jesús nos dio
varias claves de lectura al tiempo que nos ilustró acerca de China y sus
gentes. Algunos datos interesantes como que MoYan, que procede de la misma
región de donde era Confucio, es un escritor inmerso en la búsqueda de las
raíces al margen de la oficialidad y dentro del entorno rural. Su narración de
la historia de China a lo largo del siglo pasado en esta novela contiene
algunos rasgos peculiares que la situaron en el límite de la censura, no sólo
por algunos pasajes cargados de sensualidad, sino sobre todo por la imagen que
se da en sus páginas de los japoneses y del comunismo. Otros datos aportados
tuvieron que ver con la extensión de la novela, inmensa, y con los problemas de
traducción, ya que está traducida al castellano a través de la versión inglesa.
También se refirió al título, en realidad modificado, ya que tendría que ser
“grandes pechos, gordos culos” haciendo referencia a esa protagonista Madre
como fuente de alimentación y de sustento.

           Los comentarios de los asistentes a
la sesión de ayer discurrieron  por
diversos puntos de debate; muchos no tuvieron tiempo de terminarla debido a su
extensión, y algún otro la abandonó voluntariamente a la mitad debido a la
dureza de lo narrado. A otros, sin embargo, la novela les gustó y sobre todo,
aún reconociendo la forma a veces excesiva en las descripciones, coincidieron
en que ha sido un descubrimiento. Y es que la sesión de ayer nos acercó a un
grande de la literatura china, y por primera vez en nuestro club de lectura,
nos apartamos de la literatura occidental y leímos ficcionalizada, la gran
historia China del siglo XX.

           Mucho más nos aportó Jesús Pérez en
su presentación y mucho más se puede decir de Grandes pechos, amplias caderas, pero quede lo dicho como
invitación a conocer otras literaturas y como objetivo primero de un club de
lectura, leer, leer y leer, de aquí o de otras latitudes. Agradecemos a nuestro
invitado la oportunidad de adentrarnos en otros ámbitos culturales y su
generosidad a la hora de hablar de China con su conocimiento y amenidad.

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