También esto pasará. Milena Busquets

Jueves 14 de enero 2016

Nuevo
año y nuevo encuentro de El Club de Lectura “Con mucho gusto”, con sede en la
Biblioteca Reina Sofía, para comentar la novela: También esto pasará, de Milena Busquets (Anagrama, 2015).  

También esto pasará  

           Con la intención
de que nuestros invitados pertenezcan, entre otros, a ámbitos profesionales
relacionados con la literatura, hemos tenido el placer de inaugurar el año con
una librera, Soraya González, propietaria de El árbol de las letras, librería de referencia en Valladolid. Y
Soraya, con generosidad y buen hacer que desde aquí agradecemos, ha propuesto
esta novela de Milena Busquest, que ha conseguido calentar el debate literario.

           Es indudable
lo que perturban al lector aquellos textos que, bajo distintas fórmulas,
abordan temas esenciales para todo ser humano como son el amor, la muerte, la
maternidad…. Y También esto pasará
es un buen ejemplo de ello. La intrahistoria de esta breve novela es sencilla:
Milena Busquets escribe con motivo de la muerte de su madre, Esther Tusquets (editora,
escritora, mujer fuerte de la cultura), un intenso relato, en forma casi de
epístola, como búsqueda de sí misma y homenaje a su progenitora. Alabada por la
crítica y con triunfante éxito de ventas, esta obra esconde una profunda
reflexión acerca de muchas cuestiones que tienen que ver, en última instancia,
con la forma en la que cada uno vive el luto.

           La muerte de
la madre y el repaso a la propia vida configuran un relato que bajo una
apariencia sencilla, invita a la reflexión y al debate. La novela se sitúa
durante un verano (como tantos) en Cadaqués, a donde acuden la protagonista
Blanca, su familia y amigos con motivo del funeral de la madre. En los días
posteriores a la muerte, Blanca va desentrañando su propia vida y la de su
madre, en un intercambio de modos narrativos, en los que predominan la 1ª y la
2ª persona en interpelaciones directas a la madre, a la que se dirige
continuamente. De este modo, el lector va conociendo la vida de la protagonista
y de su entorno, pero sobre todo va descubriendo el desasosiego y desconcierto
en el que se halla. Y con todo, la prosa fluida, en ocasiones brillante, de
Milena Busquets, hacen de su relato un texto vitalista, optimista, en el que
las tinieblas de la pena se sobreponen gracias a un lenguaje sincero, repleto
de adjetivación, ligero y claro.

           Después de
una acertada presentación por parte de Soraya, en la que ha referido la
relación de este texto con la obra de Françoise Sagan, Buenos días tristeza, los participantes del club han ido aportando
distintas consideraciones principalmente en torno a Blanca, protagonista
absoluta de la novela. Se trata, sin duda, de una novela de personaje, muy
intimista, pero que provoca diferentes reacciones en los lectores, algunas de
ellas antagónicas. Se apuntaron datos del carácter del personaje, considerado por
algunos débil, sin compromiso en la vida con nada ni con nadie y frívola, fruto
de su condición burguesa; otros han visto en ella la búsqueda de la madre a
través de esta misiva personalísima, en la que Blanca elige qué cuenta y cómo.
Por otro lado, rodeada de familia, exmaridos y amigos, no se responsabiliza de
nada, priorizando de forma a veces explícita, los placeres engañosos del sexo o
el alcohol.

           Pero existe
otra lectura en la que es fundamental la atención a los detalles del lenguaje,
que ayudan a desvelar una mayor profundidad en el personaje y en su entorno y
que sitúa a esta novela como una nueva muestra de una narrativa que está en
proceso de cambio, derivada de la posmodernidad, en la que el discurso fluye y
que exige, en ocasiones, despojarse de algunos condicionantes en la lectura,
aceptando –independientemente del juicio final de la obra- las nuevas temáticas
y formas de la literatura. Y bajo este prisma algunos apuntaron hacia una
interpretación distinta tanto del texto en su conjunto como de la protagonista.
En esta visión no prevalece la ligereza, sino que ésta esconde la profundidad
de una vida en el momento en que vive un duelo; en este sentido la obra se
carga de sentido y adquiere mayor consistencia.

Finalmente, es obligada una mención
al Epílogo que cierra la obra, resumen magnífico del sentir humano en el que
con breves retazos se configura un “despertar” de la protagonista, al tiempo
que constituye una buena prueba de amor hacia su madre, quien contándole un
cuento chino le advirtió que “también esto pasará”.

En cualquier caso, También esto pasará movió a un
interesante debate, ¡qué buen comienzo de Año!

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