El siglo de las luces. Alejo Carpentier

Jueves 6 de febrero de 2014

En la nueva reunión de Club de lectura Con mucho gusto de la Universidad de Valladolid, con sede en la Biblioteca Reina Sofía, que celebramos ayer tarde tuvimos la oportunidad de comentar El siglo de las luces, de Alejo Carpentier. La persona invitada y responsable de la elección de esta magnífica novela fue Roberto García Barbadillo.

El siglo de las luces

Roberto García Barbadillo es médico de familia y persona culturalmente inquieta, como lo muestra su interés por la historia, por la música clásica y por la literatura. Al comienzo de la reunión explicó por qué había elegido para comentar en el Club de lectura una novela tan canonizada como poco leída en la actualidad como es El siglo de las luces, explicación que tiene que ver con su primer acercamiento a la novela en 1980, cuando mientras hacía la mili, con sus ratos “en blanco”, su novia se la regaló. Ya en esa primera lectura le impactó por varias razones que tienen que ver con la riqueza, tanto de contenido como formal, de una de las novelas más importantes de la narrativa hispanoamericana de todos los tiempos.

El siglo de las luces se publicó en 1962 y supuso una de las contribuciones más interesantes a la novela escrita en castellano hasta la fecha. En ella su autor, el cubano Alejo Carpentier, afronta la Revolución Francesa y su influencia en América. La historia comienza en La Habana, en torno de 1790, cuando tres jóvenes, Carlos, Sofía y su primo Esteban quedan solos al fallecer el padre de los primeros, que era un rico comerciante. En esta situación aparece en la vida de los jóvenes Víctor Huges, marsellés afincado en Saint-Domingue, de cuya mano tanto los personajes como el lector asistirán a la entrada y desarrollo de la Revolución Francesa en el Caribe. En la alternancia de personajes y lugares discurre la acción que finaliza en mayo de 1808 en España.

Si bien esta novela ha sido en numerosas ocasiones clasificada como novela histórica, también es cierto que es muchas cosas más: hay historia, sí, pero sobre todo hay aventura, amor, y mucha acción combinada con la necesaria reflexión que provoca el tema que trata, la Revolución y sus consecuencias en el hombre y en el sistema de valores de toda una sociedad, tanto en Europa como más allá de sus límites llegando a América. Por ello, la prosa de Carpentier está cargada de matices políticos y filosóficos, todo ello avalado por un profundo conocimiento de la época que afronta, pues no en vano el autor tuvo que realizar una labor de documentación impresionante, tanto de la parte americana como de la europea. Entre todos estos elementos hay que señalar que los valores éticos y morales puestos a prueba en la figura de Víctor Huges son el eje fundamental de esta obra, así como su confrontación con los personajes de Sofía y Esteban.

Una vez presentada la novela, nuestro invitado nos señaló varios puntos de su interés, como el conocimiento que se desprende en sus páginas del mundo de la medicina, en concreto de las enfermedades –como ejemplo, la curación del asma alérgica de Esteban al comienzo de la obra- y su descripción, o el retrato que Carpentier hace del Caribe, de su naturaleza y de sus grupos humanos y sociales, junto al conocimiento de los acontecimientos históricos que tuvieron lugar a finales del siglo XVIII que cambiaron definitivamente la concepción del ser humano.

Además, todos coincidimos en señalar que desde el punto de vista formal, la obra presenta un lenguaje sumamente elaborado, de cierto barroquismo, exuberante, excesivo a veces, que no sólo demuestra el manejo que Carpentier tiene de los usos y permeabilidad del lenguaje poético, sino que también implica la adopción de una perspectiva determinada por parte del lector, pues no en vano, esta novela precisa de una lectura lenta y pausada, que no admite premura.

Finalmente mencionar la guillotina, la máquina que en cierto modo aparece personificada como otro personaje, necesaria puesto que la acción se sitúa durante la Revolución Francesa, y que nos dio pie a reflexionar sobre las distintas formas de muerte, demostrando así que una charla amena y distendida de un grupo de lectores comienza en Carpentier y el Caribe, y puede acabar en Inglaterra con Ana Bolena.

Y para terminar, agradecer a Roberto su intervención y el hecho de haber propuesto una novela que podemos calificar de novela total, porque El siglo de las luces, con su amenidad, erudición de contenido y su preciosismo formal sigue siendo una joya literaria que nunca es tarde para descubrir.

Más información:

Programa A Fondo de rtve.es dedicado a Alejo Carpentier

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