Candela. Juan del Val

Jueves,
16 de abril de 2020

Nueva y
excepcional sesión del club de lectura “Con mucho gusto”, en esta ocasión para
comentar Candela, de Juan del Val
(Espasa, 2019).

Candela

Encerrados
en casa desde hace más de un mes y sin fecha de salida, el club de lectura de
la Universidad de Valladolid ha decidido continuar su actividad, confiando en
la bondad de los medios informáticos y, con este ánimo, tuvimos ayer nuestra
sesión mensual de forma virtual. Con buena disposición y más o menos cortes e
interferencias en la señal, pudimos celebrar nuestra afición lectora, esta vez con
Mª Ángeles Paniagua como invitada, quien a su vez nos dio la oportunidad de
contar con Juan del Val.


Ángeles es profesora, escritora, responsable de numerosos talleres de escritura
creativa, promotora de cuantas iniciativas culturales y literarias le permite
su tiempo, y cuya voz se hace presente cada martes en su programa de radio El lapicero azul (Radio 4G Valladolid).
En esta ocasión eligió Candela, novela
de Juan del Val, ganadora del Premio Primavera de Novela 2019. Mª Ángeles
contactó con el autor, quien se unió a nuestro encuentro virtual y gracias a
ambos pudimos tener una charla amena y distendida.

Candela,
como su propio autor señaló, cuenta la historia de una mujer corriente, en un
entorno cotidiano, con relaciones familiares, de amistad y sentimentales
tampoco diferentes a las que podría tener cualquiera, que, sin embargo,
experimenta una transformación desde el momento en que decide mirarse y mirar a
su alrededor desde otra perspectiva; se trata de la historia de un personaje
que, sin moverse de su lugar y sin tener un acontecimiento excepcional en su
vida, consigue evolucionar desde la resignación inicial hasta la felicidad o lo
más parecido a ella. Todo ello, insistió su creador, sin moverse. En realidad,
la historia de Candela se concentra en la visión optimista y positiva de la
realidad que nos rodea, aun no siendo nada excepcional. De hecho, la
protagonista, que ronda los 40 años, vive en un barrio estándar sola con su
perro, regenta junto a su madre y abuela un bar modesto de comidas del día, y
sus relaciones sentimentales han sido escasas y frustrantes. Y aun con todo, a
lo largo de las páginas de la novela, Candela es capaz de mirar con otros ojos
su realidad y la de las circunstancias y personas que le rodean, y evolucionar.

Desde
el punto de vista formal, la novela es ágil, con una prosa sencilla pero
trabajada, que asigna a cada personaje su propio estilo y con la pericia de que,
con pocas palabras, singulariza a cada personaje. Hay en el texto una mezcla
muy lograda de registros que oscilan desde el humor hasta el necesario para
describir el duelo o el erotismo. Mª Ángeles además alabó que la novela está
escrita en primera persona con la voz de un personaje femenino, teniendo en
cuenta que el autor es varón. Por ello, del Val defendió que aun siendo de
lectura sencilla, su prosa contiene una elaborada factura y profundidad de
pensamiento.

Los
participantes al encuentro virtual se mostraron en general satisfechos con la
lectura de Candela y alabaron algunos
de sus elementos: la lectura entretenida, la dosis de humor, el trato amable a
los personajes y en general, la capacidad del escritor de ofrecer una historia
común, que emociona o conmueve sin necesidad de introducir en la trama grandes
hechos. Otros opinaron con más reparos al advertir algunas carencias, sobre
todo en cuanto a la rapidez y abundancia con que se tratan temas o personajes,
sin ofrecer el espacio necesario, y advirtieron la sensación de que en la
novela hay cuestiones de la actualidad que sumadas todas pueden resultar
excesivas: abusos a menores, maltrato, homosexualidad, etc. En este sentido,
algunos lectores de Candela vieron pinceladas de muchos personajes o asuntos,
pero sin detenerse en ninguno lo suficiente.

Juan
del Val contestó y desgranó el proceso de escritura con encomiable paciencia y
generosidad; aguantó con igual deportividad las críticas negativas y se prestó
en todo el largo rato que duró la sesión a no dejar a nadie sin respuesta
acerca de su novela. Teniendo en cuenta que todo fue virtual, el agradecimiento
es mayor, si cabe. Para terminar, mostrar también nuestro agradecimiento a Mª
Ángeles, quien en última instancia fue la responsable tanto de la elección de Candela como de la participación de su
autor y en consecuencia, de la buena tarde que nos hizo pasar en estos tiempos
de confinamiento y perplejidad. Esperamos que el encuentro sirviera, al menos,
para dar un poco de optimismo y normalidad a nuestra extraña cotidianeidad.

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