El libro de Job. La Biblia

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Jueves 16 de marzo de 2017

El club de Lectura “Con mucho gusto” celebró su sesión
mensual de marzo con la lectura y comentario del Libro de Job.

Libro de Job

Dentro de la variedad que presentan los textos comentados en las
reuniones de los lectores que formamos el Club de lectura de la UVA -consecuencia
del sistema de elección de los mismos por invitados que nos visitan cada mes-,
no podía ni debía faltar alguno de tema religioso y gracias a Sixto Castro ayer
por fin tuvo lugar dicho momento. Sixto José Castro es profesor de “Estética y teoría
de las artes” de la Universidad de Valladolid; reconocido docente y prolijo y
profundo investigador eligió para su visita el Libro de Job, libro fundamental dentro de los que integran el
Antiguo Testamento.

En su presentación Sixto señaló que durante un periodo de tiempo
fue profesor de “Estética y teoría de la religión”, materia en la que el tema
del mal es central, por lo que ha tratado este gran asunto en profundidad desde
los más variados puntos de vista: filosófico, ético y moral, religioso y por
supuesto, artístico. El Libro de Job
trata del gran conflicto que se plantea al hombre cuando intenta dar respuesta
al sufrimiento del justo por lo que el tema fundamental de Job no es sino el
problema del justo que padece, y en consecuencia, del mal. El Libro de Job se articula en una
estructura relativamente sencilla: se inicia con un capítulo inicial en prosa
en el que a modo de prólogo se enmarca la acción principal; en él Satán reta a
Dios a hacer sufrir a Job, hombre justo que posee todo en la vida, para
comprobar su amor a Dios. De este modo, Job se verá despojado de todos sus
bienes, contraerá la lepra y será expulsado de la ciudad. Empieza aquí la parte
central del libro, en la que a lo largo de 31 capítulos en modo versal tres
amigos de Job –Elifaz, Bildad y Sofar- intercambian un diálogo en tres bloques
en el que cada interlocutor apela a Job para que recapacite y piense el porqué
de su pecado. Job insistirá en su inocencia hasta tal extremo que llega a
maldecir su propia vida, el momento de su nacimiento e incluso convocará a Dios
a un juicio en el que muestre su culpabilidad. En esta parte de diálogo con los
tres amigos, el libro insiste en las mismas premisas: que Job se muestre
culpable. Pero los amigos no saben darle razones de su pecado, a pesar de sus
intentos. Hay por tanto en todo este bloque la imagen de un Job no paciente,
como la tradición nos ha desvelado, sino un hombre que ante la injusticia de su
condena se rebela ante Dios.

Tras un capítulo de transición (el 28) en el que se cantan las
bondades de la Naturaleza creada por Dios aparece un joven, Elihú, que ha
escuchado a los sabios amigos de Job y aunque no soluciona el problema del mal
sobre Job si empieza a enfocar el asunto por otra vía, puesto que los amigos de
Job no han sabido responder a Job ante su desgracia. En esta parte el lector
asiste a la defensa de la incomprensibilidad de Dios, de sus actos y de sus
obras, y en consecuencia, la falta de explicación acerca del mal y su
existencia empieza a ser entendida. Finalizando el libro, en el capítulo 38,
Dios habla a Job y le interpela a través de una serie de interrogaciones que
muestran de nuevo la capacidad de la creación de la naturaleza y sus especies, en
definitiva, de la grandeza de su misterio; Job finalmente se retracta, se
arrepiente y en un epílogo en prosa el libro termina con la restitución a Job
de todas sus riquezas y familia. El justo ha sido puesto a prueba y una vez
“desnudo” ha entendido por fin que el mal no tiene explicación.

Sixto explicó cómo el texto de Job no da una explicación
convincente al gran problema del justo que sufre; de hecho los amigos de Job
intentan defender la postura tradicional del judaísmo en la que el justo es
premiado, pero esta explicación no resulta válida porque Job insiste una y otra
vez en su inocencia hasta el punto de que en un determinado momento pide volver
atrás.  El hombre se presenta aquí como
una instancia mínima en la creación que trata sin éxito de encontrar una
explicación al mal, al sufrimiento sin sentido.

Muchas opiniones suscitaron los enormes problemas que plantea el Libro de Job, empezando por el tema
nuclear del texto ¿por qué existe el mal? A partir de esta gran pregunta, los
lectores expusieron las distintas respuestas con las que el hombre ha intentado
comprender lo incomprensible a lo largo de los tiempos, porque el gran tema del
mal está presente en el hombre desde el principio de los tiempos. Otros asuntos
relacionados se mencionaron, como la teodicea o la búsqueda filosófica de la
existencia de Dios, el uso pedagógico del mal, el gran silencio de Dios, la
“noche oscura” o el premio al virtuoso. Se expusieron, como parecía que
invitaba el tema, las diferentes posturas que asumimos también nosotros ante el
sufrimiento sin causa (catástrofes naturales, enfermedad, muerte…), así como la
certeza con la que concluimos la sesión de que efectivamente el tema del mal
que presenta el Libro de Job es
universal y eterno y no tiene explicación teórica posible.

Sixto con su mucho saber nos ilustró su intervención con películas
y textos filosóficos y literarios que han tratado el gran problema del mal,
como sucede entre otros ejemplos en algunas películas de Woody Allen y de forma
muy clara en las novelas de Dostoievski, especialmente en Crimen y castigo y Los
hermanos Karamazov
. Fue sin duda la de ayer una sesión intensa, profunda,
que invita a la reflexión y que gracias a Sixto J. de Castro se vio ampliamente
instruida.

Imagen superior: 

Job Mocked by His Friends the Musée Condé, Chantilly. Job, sa feme et ses amis.

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